Es que al principio, cuando estuve buscando libros sobre la adopción y postadopción, no sabía muy bien que es lo que quería y acabé comprando un poco de todo - y entre ellos tengo algunas colecciones de historias de la adopción escritas por hijos, padres, "bios" y otros. Es interesante, porque algunos de estos libros intentan ser realistas, dándonos un poco de todo, de bueno y de malo. Otros en cambio son "bonitos" - plan cuento de hadas. Este, el "tesorero" es así.
Estuve disfrutando del libro - sencillo y una lectura rápida - hasta que llegúe a una historia que me dejó helada.
Es la historia de una pareja que fue a China para adoptar a su primera hija, una niña de 4 años quién, al aprender a hablar, preguntó una y otra vez por su hermana.
Le explicaron que al adoptarle ya habían preguntado al director del orfanato por sí hubiera algún hermano. La respuesta había sido que sí, pero sólo hermanos varones y que ellos no fueron disponibles para ser adoptados.
La niña insistió. Así que, con el tiempo, decidieron ir a China por una hermana. Pidieron que la niña fuera del mismo orfanato que su primera hija, pero les dijeron que ya se había cerrado hace tiempo y les derivaron a otro a unos 30 kilomtros. De allí adoptaron a la hermana.
Una vez en casa, la hija mayor les dieron las gracias por haberle traido a su hermana de china. "Claro que sí, que es tu hermana. La hemos adoptado igual que a tí," dijo la madre. Pero la niña insistió en que era su hermana de verdad, la que se había quedado atrás en china cuando ella fue adoptada.
La niña, que ya tenía seis años, segíua insistiendo, y dicen que las dos se parecieron tanto que era increíble, pero fue cuando conocieron que la segunda sufría las mismas alérgias que la primera que la madre decidió hacerles una prueba de ADN - por muy ridículo que podría parecer.
Resultó que eran hermanas biológicas - sin lugar a dudas.
Los padres se pusieron en contacto con el orfanato para pedir explicaciones por una casualidad tan tremenda. Les comunicaron que sí, que eran hermanas, que la madre había tenido tres hijas y que había intentado esconderles. Sin embargo no logró esconderse de las autoridades que le habían dejado a la mayor, quitándole a sus dos hijas pequeñas una por una.
Sé que lo bueno es que por lo menos las dos niñas están juntas y que tienen una buena familia que les quiere mucho - no han tenido que crecer en una institución. Sin embargo, historias como estas me crean una sensación de incredulidad ante las fuerzas de la vida, las injusticias, la crueldad, la bondad, el amor, la esperanza, la desesperanza... todos juntos a veces.
Como todas las historias, da algo para pensar ¿no?
(Nota: para ser fiel al libro os cuento que una parte de lo que la autora consideró milagrosa de esta historia fue que la pareja siempre quiso tener seis hijos, tres niñas y tres niños. Al adoptar, la mujer se quedó embarazada. Al final de todo, tuvieron seis - las dos hermanas de china mas tres niños y al final de todo, una niña más - así que tres y tres.)
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