lunes, 25 de junio de 2007
Identidad I ¿Quién Soy Yo?
Entender la formación de la identidad es clave para todos los padres. La adopción puede ser motivo por el que nos informamos, pero creo que
la información nos puede hacer mejores padres y madres a todos.
Era una madre experimentada cuando adopté, pero es ahora, estudiando temas como el apego y la identidad que estoy comprendiendo cosas imprescindibles para ser mejor madre para todos mis hijos.
Antes, las ideas eran sólo ideas, que se aplicaban si me convenía - algo así como los consejos de seguridad en el coche. Por ejemplo, siempre seguía las normas con los niños, menos el día que alguno tenía que ir con cinturón de adulto porque ese día no había dispositivos para todos... Hasta que un día, entrevisté a un médico de urgencias sobre accidentes de tráfico y me describió el destrozo en los intestinos de una niña que había ido con cinturón en vez del dispositivo adecuado... De repente entendí todo de otra forma.
Pues, ha sido así con la identidad, el autoestima y todo lo relacionado. Antes fueron sólo ideas, listados de consejos. Ahora veo esta información de otra forma.
La identidad es algo complejo, que va cambiando durante toda nuestra vida. Vamos a verlo en este escrito como una casa que hacemos por primera vez durante la adolescencia para luego irnos ampliando, reformando, decorando y llenando de cosas con los años. Pero los cimientos se hacen durante la infancia y la niñez - y esto es lo que nos interesa aquí. Esto es algu muy estudiado y los investigadores han visto que durante cada etapa del desarrollo del bebé y del niño, ocurren cosas, o se les ocurren ideas a los niños, que pueden tener un efecto sobre ellos durante el resto de su vida porque forman parte de la base, los cimientos.
Lo bonito es que, sabiendo como los cimientos se van haciéndose a lo largo de los primeros años (desde el primer día hasta más o menos los once o doce años), podemos intervenir de forma positiva para ayudar a nuestros hijos en esta tarea. Y, la intervención puede ser bastante sencilla - ¡muchas veces consiste en simplemente hablar con ellos!
Os voy a dar un ejemplo del libro Padres Verdaderos Hijos Verdaderos del capítulo sobre identidad:
"...Sabemos que no está fuera de lo normal que los niños, los adolescentes e incluso los adultos se culpabilizan, por lo menos en parte, por el divorcio de sus padres... Personas sufriendo maltrado muchas veces creen que ellos mismos provocan el maltrado e incluso que el maltratador es justificado en lo que hace porque les está 'castigando'. Así que no es sorprendente que alguna vez, durante su niñez, la mayoría de los niños adoptados consideran la posibilidad de que algo que hicieron o algo que tiene que ver con ellos mismos fue la cause detrás de la decisión de sus padres de no criarles.
"Los padres adoptivos intentan cambiar este idea explicándoles que la adopción es una forma muy especial de crear una familia. Les dicen una y otra vez, 'Te hemos eligido y eres muy especial.' Pero para ser el "hijo elegido" alguién primero tenía que optar por no ser su padre/madre, y para la mayoría de los niños, esta dicotomía no va desapercebida durante mucho tiempo."
Si la identidad es como una casa en construcción y nosotros estamos supervisando la colocación de los cimientos durante la niñez - podriamos ver estas ideas como ingredientes que, mezclándose con los cimientos, podrían debilitarlos, afectando de alguna forma la estructura de la casa misma.
Pero ¿Cómo?
Dicen (volviendo al libro) que el sentido de "culpabilidad", en general, juega un papel importante en la identidad de una persona. Hay dos tipos de culpabilidad - sana y tóxica. La primera es esencial para toda persona sana - es lo que sentimos cuando hacemos algo malo. El segundo, en cambio, es lo que sentimos cuando nos echamos la culpa por algo que no tiene nada que ver con nosotros - como en el caso de un niño que cree que sus padres biológicos decidieron no criarle porque se portó mal o porque no fue lo suficientemente bueno o que simplemente no le gustaron o lo que sea.
Parece que dejando que esa sensación de culpabilidad tóxico se mete en los cimientos de la identidad de nuestros hijos, puede que cree una sensación generalizada de ser una persona defectuosa - y esto podría formar una buena base para una autoestima baja - justo lo que no queremos para nadie.
Otra vez me gustaría recordaros que esto es información útil para todos los padres - que todos debemos estar atentos para que ideas absurdas, nocivas y equivocadas no se metan en los cimientos de las identidades de nuestros hijos.
Según los expertos es cuestión de hablar, escuchar, preguntar, responder. También nos aconsejan que en vez de discutir con ellos sobre sus sentimientos (que muchas veces nos pueden incomodar: el enfado, la sensación de culpabilidad por algo que no tiene que ver con ellos, tristeza, lo que sea) que simplemente reconocemos que es normal sentirse así, y seguimos eschando, explicando, lo que sea. Que decirles que no deben sentir de una forma u otra no sólo no ayuda sino que puede agravar la situación.
Seguiremos hablando de identidad en la próxima edición - buscando ideas para crear una identidad fuerte, capaz de enfrentarse a lo que sea en la vida.
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