Confesión:
He conocido de cerca el fracaso de más de una adopción.
Ojo: estoy hablando de fracaso no en el sentido convencional, de una adopción que acaba en ruptura. También estoy pensando en las familias adoptivas que simplemente no encuentran la fórmula para estar felices juntos. He conocido los dos casos.
Por otro lado, conozco familias adoptivas muy felices - y esto es lo que me interesa más que nada. ¿Cuáles son las claves de su éxito?
Seguro que hay muchos factores que fomentan el éxito de cualquier familia - pero quizás todos empiezan con lo que los expertos llaman "el apego" y los factores relacionados. El apego tiene todo que ver con el cultivo de relaciones fuertes con nuestros hijos (adoptados o biológicos).
Como madre adoptiva, me interesa mucho el tema de "los vínculos" que los niños suelen formar durante sus primeros 6 meses de vida. Me interesa porque perdí esa etapa de la vida de mi hija - y quiero estar hacer lo posible para formar vínculos fuertes ahora que estamos juntas.
Por otro lado me interesa "el apego": todo lo que elaboramos sobre esos primeros vínculos - la relación de amor, cariño y complicidad que crece entre padre/madre e hijo/a.
Hace poco leí una descripción estupenda sobre este proceso de construir lazos de apego con nuestros hijos:
"...Cuando empezamos a hablar sobre el lazo entre padres e hijo/a estamos hablando de 'el vínculo' y 'el apego'.
Muchas veces los profesionales y la literatura sobre este tema utilizan los términos 'vínculo' y 'apego' de forma intercambiable. En realidad una relación sana entre padres e hijo/a está compuesto por tres partes distintas:
Ojo: estoy hablando de fracaso no en el sentido convencional, de una adopción que acaba en ruptura. También estoy pensando en las familias adoptivas que simplemente no encuentran la fórmula para estar felices juntos. He conocido los dos casos.
Por otro lado, conozco familias adoptivas muy felices - y esto es lo que me interesa más que nada. ¿Cuáles son las claves de su éxito?
Seguro que hay muchos factores que fomentan el éxito de cualquier familia - pero quizás todos empiezan con lo que los expertos llaman "el apego" y los factores relacionados. El apego tiene todo que ver con el cultivo de relaciones fuertes con nuestros hijos (adoptados o biológicos).
Como madre adoptiva, me interesa mucho el tema de "los vínculos" que los niños suelen formar durante sus primeros 6 meses de vida. Me interesa porque perdí esa etapa de la vida de mi hija - y quiero estar hacer lo posible para formar vínculos fuertes ahora que estamos juntas.
Por otro lado me interesa "el apego": todo lo que elaboramos sobre esos primeros vínculos - la relación de amor, cariño y complicidad que crece entre padre/madre e hijo/a.
Hace poco leí una descripción estupenda sobre este proceso de construir lazos de apego con nuestros hijos:
"...Cuando empezamos a hablar sobre el lazo entre padres e hijo/a estamos hablando de 'el vínculo' y 'el apego'.
Muchas veces los profesionales y la literatura sobre este tema utilizan los términos 'vínculo' y 'apego' de forma intercambiable. En realidad una relación sana entre padres e hijo/a está compuesto por tres partes distintas:
confianza, que normalmente
se llama 'el vínculo';
interacciones positivas;
interacciones positivas;
y reclamación y
pertenencia.
Como las tres patas de un banquillo, la ausencia o el déficit marcado en cualquiera de estas áreas puede crear una instabilidad en la relación padres/hijos.
Un vínculo es el lazo inicial de confianza que el niño tiene con la madre o el padre. El vínculo se establece cuando el ciclo de vinculación, que consiste en la satisfacción de las necesidades del bebe, se completa con éxito una y otra vez, en principio durante los primeros seis meses de vida. Una vez que un niño ha creado un vínculo con una cuidadora, por ejemplo, una madre biológica o una de acogida, el vínculo se puede transferir a otro cuidador: un padre adoptivo. El ciclo de vinculación establece confianza; una vez que el niño durante su infancia ha aprendido a confiar en una persona, tiene la capacidad de confiar en otros también...
...Volviendo a nuestra imagen del banquillo con tres patas, el apego representa dos de las patas: interacción positiva y, reclamación y pertenencia.
Los vínculos y el apego también se puede imaginar como un cuerda gruesa y elástica para practicar los saltos de "bungee". El ciclo de vinculación, completado con éxito una y otra vez 'engancha' bien la cuerda, manteniendo padre/madre e hijo/a juntos. Los enganches en cada extremo de la cuerda son el vínculo; la cuerda entre ellos es el apego. Mientras el niño madure, la cuerda, o el apego, se hace más largo y fino, estirándose para acomodarse a la creciente independencia del niño. Acontecimientos de la vida también afectan el apego. A veces la cuerda se encoge - por ejemplo, cuando una madre ayuda a su hija adolescente prepararse para una gala - la cuerda se encoge mientras la madre e hija se sienten íntimas. Otras veces se estira, por ejemplo, mientras la madre del niño pequeño este hospitalizada durante varias semanas. Un lazo fuerte y cariñoso entre padre/madre e hijo/a da elasticidad a la relación para que pueda durar durante separaciones y factores que provocan estrés. Ese lazo cariñoso y elástico es clave para un apego sano..."*
Como las tres patas de un banquillo, la ausencia o el déficit marcado en cualquiera de estas áreas puede crear una instabilidad en la relación padres/hijos.
Un vínculo es el lazo inicial de confianza que el niño tiene con la madre o el padre. El vínculo se establece cuando el ciclo de vinculación, que consiste en la satisfacción de las necesidades del bebe, se completa con éxito una y otra vez, en principio durante los primeros seis meses de vida. Una vez que un niño ha creado un vínculo con una cuidadora, por ejemplo, una madre biológica o una de acogida, el vínculo se puede transferir a otro cuidador: un padre adoptivo. El ciclo de vinculación establece confianza; una vez que el niño durante su infancia ha aprendido a confiar en una persona, tiene la capacidad de confiar en otros también...
...Volviendo a nuestra imagen del banquillo con tres patas, el apego representa dos de las patas: interacción positiva y, reclamación y pertenencia.
Los vínculos y el apego también se puede imaginar como un cuerda gruesa y elástica para practicar los saltos de "bungee". El ciclo de vinculación, completado con éxito una y otra vez 'engancha' bien la cuerda, manteniendo padre/madre e hijo/a juntos. Los enganches en cada extremo de la cuerda son el vínculo; la cuerda entre ellos es el apego. Mientras el niño madure, la cuerda, o el apego, se hace más largo y fino, estirándose para acomodarse a la creciente independencia del niño. Acontecimientos de la vida también afectan el apego. A veces la cuerda se encoge - por ejemplo, cuando una madre ayuda a su hija adolescente prepararse para una gala - la cuerda se encoge mientras la madre e hija se sienten íntimas. Otras veces se estira, por ejemplo, mientras la madre del niño pequeño este hospitalizada durante varias semanas. Un lazo fuerte y cariñoso entre padre/madre e hijo/a da elasticidad a la relación para que pueda durar durante separaciones y factores que provocan estrés. Ese lazo cariñoso y elástico es clave para un apego sano..."*
Encuentro
muy útil esta descripción del apego. ¿Qué te parece a ti?
*Real Parents Real
Children, Holly van Gulden and Lisa M. Bartels-Rabb
4 comentarios:
Hola Brenda:
me gustaría, pero creo que nos sería muy útil a todos, que sigas en la confesión :-)) y nos contaras algo más de los fracasos que has conocido, una especie de introducción a lo que NO hay que hacer, o de lo que se ha hecho mal en aquellos casos.
No hay nada mejor que el ejemplo para poder aprender y evitar de cometer los mismos errores!!
un saludo
Roberto
He decidido que lo haré. Me va a costar un poco, porque una de mis historias es muy personal, pero creo que hace muchísima falta compartir esas experiencias e intentar ver si hay algo positivo y constructivo que podemos sacar de estas situaciones.
Otra cosa - hice un error en el título del libro de Carmen Barajas que recomendé. Lo he cambiado en el blog - pero aqui también rectificaré. Se llama "La Adopción Una Guía Para Padres".
Nuestras hijas tenían una fuerte falta de estimulación pero en poco tiempo se recuperaron y han ido siempre a mejor hasta hoy en día (toco madera) Sus relaciones afectivas con nosotros están muy normalizadas (al menos son similares a las de los hijos de familias de mis hermanos y amigos) Son muy cariñosas (y pegajosas en muchas ocasiones :-) y hasta ahora no hemos visto ningún detalle que nos haya puesto en alerta.(con la mayor ya son unos cuantos años y ahora lo siguiente será la temida adolescencia) No obstante es muy bueno conocer otras experiencias y saber lo necesario para no cometer errores.
Gracias Brenda por compartir lo que sabes.
Saludos.
Gracias a los dos por los comentarios.
Me alegro saber que todo va tan bien con tus hijas José Luís - pero la verdad es que no me sorprende - viendo el blog tan fantástico que tienes (www.pasionporchina.blogspot.com), el interés que muestres por todo lo relacionado con las raices de tus hijas...
Hay otra cosa, hablando de los "vinculos" y el "apego" y estas cosas - y es que he pensado que la familia mediterranea (sé que estoy generalizando) podría tener ventaja en estas cosas porque las familias tienen una forma muy especial de ser pendientes el uno del otro - y sobre todo de los niños y los jovenes (y los no tan jovenes si pienso en los cuarentones que he conocido tan agustos en casa de sus padres :)). ¡De verdad, por lo que he visto muchos de los lazos afectivos "Made in Spain" son de calidad superior!
La verdad es que mucho de lo que estoy leyendo sobre apego describe esa forma de "estar pendiente" que he conocido aqui. Mientras en estados unidos y el norte de europa (sí, que estoy generalizando) dan más valor a crear una independencia en el niño desde muy pequeño - y quizás en niños que han sufrido alguna déficit eso no funciona.
Así que no sé hasta dónde tendrá relevancía aqui - pero, el libro en español que mencioné "Adopción una guia para padres" también habla bastante de ello (pero ese libro está hablando de niños adoptodos cuando son mayores y ya tienen déficits importantes de cariño y amor). Lo lógico es que - como no podemos generalizar - hay familias aqui también que necesitan ayuda para trabajar mejor los lazos afectivos con sus hijos.
Bueno, pienso que es importante incluirlo por si a alguién le interesa - así que pienso hacer bastante más sobre ello... pero también sobre muchos otros temas.
Me ha interesado mucho saber que tus hijas están bien después de tan importantes déficits. La mía vino de una familia de acogida y su estado físico fue impecable. Sin embargo noté una falta de seguridad en si misma - que no pudo separarse de nosotros para nada cuando estuvimos fuera de casa, siempre la tenemos pegadísima. Como tengo 3 niñas más - me pareció que eso no fuera exactamente normal (después de casi 3 años).
Leyendo sobre el apego me hizo ver que necesitaba trabajar más el lazo entre nosotras dos (que tengo la tendencia de animarles a todo el mundo a ser super independientes). Desde que empecé a cambiar mi táctica, la situación ha mejorado bastante - ¡y somos las dos más felices! (Que es lo más importante.)
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