sábado, 23 de junio de 2007

Identidad - Buscando - Construyendo

Estoy repasando información que tengo sobre la identidad. Es complejo, muy interesante, muy útil. Pronto pondré algunas de las ideas que estoy descubriendo, pero primero quiero seguir viendo algunas cosas colgadas en Internet.

Me gusta el siguiente artículo porque expone de forma sencilla y clara, alguna información básica para entender los etapas por los que pasan nuestros hijos durante su niñez y su adolescencia, explicando la relación entre búsqueda de orígenes e identidad.


Esto es sólo un aspecto de lo que llaman "construcción de una identitad" - pero un aspecto muy importante para el adoptado.


Aquí está el artículo, podeís hacer clic sobre el título para acceder al original en somospadres.com - también he vinculado la Asociación Pinar a su página web o puedes conocer la revista Niños de Hoy (dónde salió el artículo por primera vez) haciendo clic aquí.




Autor: Emma Motrico Psicóloga.




Fuente: cuentaya.somospadres.com


Este artículo pertenece a una serie en la que se trata la búsqueda de los orígenes de la adopción, profundizando en algunos aspectos claves del tema como son: por qué los adoptados buscan los orígenes, el papel de los padres adoptivos, características de los adultos adoptados que buscan a sus padres biológicos, los contactos biológicos, la búsqueda de los orígenes en niños adoptados de mayores, en la adopción internacional, etc.


¿Por qué los adoptados buscan los orígenes?


El proceso de búsqueda de los orígenes se inicia por necesidades psicológicas (es una necesidad personal) y está relacionado con el desarrollo de la identidad. Una parte de la identidad es lo que denominamos el “yo” o concepto que tenemos de nosotros mismos. La búsqueda de los orígenes puede entenderse como una tarea dentro de la construcción de quienes somos. Es por ello que la búsqueda de los orígenes no es un proceso único de la adopción sino que se da en todos nosotros. Todos queremos saber de dónde venimos aunque, como en la adopción, algunas personas tengan más o menos necesidad de saberlo.


Por ejemplo, Ana era una niña curiosa. Cuando era pequeña siempre preguntaba a su madre por el pueblo donde nació, donde estaba su abuela, por qué se casó con su abuelo y mil cosas más sobre la familia. Sin embargo, su hermano no estaba interesado en nada de eso, él quería saber cómo funcionaban los relojes y por qué volaban los aviones.


Por suerte la madre de Ana contestaba a sus preguntas y su curiosidad quedaba satisfecha. No ocurre lo mismo en los casos de adopción. Los adoptados han sido separados de sus padres biológicos con los cuales no tienen ningún contacto y tanto ellos como sus padres adoptivos tienen poca o ninguna información sobre su historia.


De un modo u otro, todos los adoptados viven con la idea de que les falta una parte de su vida, ya que hay aspectos de su historia que son desconocidos y que nunca van a volver a recuperar. Esta falta provoca en muchos adoptados sentimientos de pérdida o de vacío. La necesidad normal de llenar ese vacío hace que los adoptados quieran saber, tengan curiosidad por su historia. Cuanto mayor sea el sentimiento de pérdida del adoptado, mayor será la necesidad de buscar sus orígenes.


En resumen, la búsqueda de los orígenes en la adopción se debe entender como un proceso –que dura toda una vida- en el cual los adoptados intentan construir quienes son a través de llenar el vacío que les dejó la separación de sus orígenes (cultura, país, familia biológica, etc).


Construyendo una historia


Todos los niños adoptados o no, construyen una “novela familiar”. Es una novela o un cuento que los niños se inventan sobre su origen, sobre su familia. Esta novela se va modificando a lo largo de la vida de las personas. La adopción forma parte de la novela familiar de los niños adoptados, ya que la adopción es el modo en que adoptado entró en la familia.


En la infancia


Durante la infancia del adoptado, sus padres adoptivos suelen ayudarle a construir la historia de la adopción. Para ello, los padres adoptivos transmiten al niño que deseaban tener un hijo, que le esperaban con mucho amor y que cuando los avisaron fueron a buscarle a un país muy bonito, etc. Más adelante, los niños adoptados se darán cuenta de que faltan piezas a la hora de construir su novela o cuento familiar.


En la edad escolar


En la edad escolar es cuando los niños adoptados comienzan a pensar sobre sus padres biológicos y que ocurrió para que ellos fueran dados en adopción (piensan ¿por qué me abandonaron?). Entonces los niños preguntan sobre su adopción a las personas que más quieren (a sus padres adoptivos o a sus hermanos). Una vez que han obtenido las respuestas que necesitaban y han construido una historia coherente sobre su origen las preguntas suelen parar, aunque no quiere decir que dejen de pensar en su adopción.


Los niños en la etapa escolar necesitan sentirse “iguales” a sus compañeros y evitar la diferencia. Algunos niños adoptados viven la adopción como un rasgo diferenciador. Esta es la causa de que surja el rechazo a la adopción en los niños adoptados. En este momento lo mejor es dejar que los adoptados pasen esta etapa y no insistir en el pasado. Los niños sólo necesitan saber que sus padres están abiertos a hablar cuando ellos quieran.


En la adolescencia


Las preguntas sobre los orígenes surgirán con más fuerza con la legada de la adolescencia. La adolescencia es una etapa de transición en la que se quiere dejar de ser un niño pero todavía no se es adulto. Los conflictos típicos de la adolescencia están relacionados con la tarea principal de los adolescentes: el desarrollo de la identidad. La gran pregunta es: ¿quién soy yo? ¿de dónde vengo?


Los adoptados se preguntan además quiénes habrían sido si no fueran adoptados, lo que les lleva a la “novela familiar” que construyeron en la infancia. Los adolescentes intentan responder de nuevo a las preguntas de quiénes son sus padres biológicos, por qué les abandonaron, si tienen hermanos, cómo era el país donde vivían, etc.


En la mayoría de los casos, cuando en la adolescencia los adoptados comienzan a sentir de un modo muy profundo la necesidad de saber más sobre su pasado (identidad de sus padres biológicos, motivos del desamparo, etc.) no se lo comentan a nadie. Lo normal es que sus preguntas estén en sus pensamientos durante mucho tiempo antes de poder hablar de ellas.


Por ejemplo, María era una adolescente mexicana de 11 años que acudió a la asociación Pinar porque discutía mucho con su madre adoptiva. Tenía cambios bruscos de humor y cuando se enfadaba decía que se quería volver a México. Después de varias sesiones, habló de su miedo a mirarse al espejo. Cuando se miraba no sabía a quien se parecía. Tenía miedo y a la vez curiosidad por su historia pero no se atrevía a hablar con nadie de su pasado. A través de psicoterapia con ella y orientaciones a sus padres adoptivos, María tuvo la oportunidad de elaborar su historia y las relaciones con sus padres se normalizaron.


Si los adolescentes preguntan a sus padres adoptivos sobre su pasado, los padres deben contestar con toda la verdad. Deben proporcionar toda la información que han averiguado durante el proceso de adopción y que no revelaron con anterioridad porque sus hijos eran demasiado pequeños. Tener toda la información sobre su pasado ayuda a los adoptados a construir de nuevo su historia. Esta es una tarea difícil para los adolescentes adoptados, ya que vuelven a surgir los sentimientos de pérdida de un pasado difícil de aceptar.


El proceso de búsqueda de los orígenes no termina aquí (nunca dejamos de hacernos preguntas sobre nosotros mismos), volverá a surgir una y otra vez en cada una de las etapas cruciales de la vida de los adoptados: el compromiso de una pareja estable, la paternidad, la muerte de los padres adoptivos, etc. En cada momento los adoptados volverán a reflexionar sobre las mismas preguntas que cuando eran niños, eso si: las respuestas serán siempre diferentes.


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