domingo, 3 de julio de 2011

Adopción y la Zona Gris

Imágen de Kim Park Nelson en Adoption Mosaic. El título de su tesis doctoral fue "Miradas Coreanas - Ojos Americanos: Adoptados Coreanos Americanos Raza, Cultura y Nación".




¿Cómo podemos estar seguros de que nadie se lucre del proceso de adopción de nuestros hijos - ni en nuestro país ni en sus países de origen?




Incluso siendo 100% legal una adopción ¿qué significado tendría para un hijo enterarse algún día de que hubiera dinero por medio en algún momento - dinero que iba más allá de lo justo necesario para cubrir los trámites?


Que hay trámites que hacer, está claro. Que hace falta que haya gente trabajando para asegurar la legalidad de nuestras adopciones, también está claro. Que hay gente que viven de la adopción, también: trabajadores de los ECAI, psicólogos, trabajadores sociales, abogados. Todos son importantes y necesarios.




¿Pero qué pasa si en algún momento detectamos "fugas" de dinero? o ¿qué pasaría si los "precios" (de los trámites etcétera) subieron y bajaron según la "demanda" los "los mercados"?



A Kim Park Nelson le interesa este tipo de cuestión. Fue adoptada de Corea del Sur en 1971 cuando tenía 7 meses. Hoy está acabando su Doctorado en la Universidad de Minnesota en "American Studies" y imparte uno de los primeros cursos universitarios sobre la adopción. No ofrece consejos para padres adoptivos. Su interés en la adopción es académico. Investiga las consecuencias sociales de la adopción, de las prácticas de los profesionales de la adopción, de los motivos y las actitudes de los padres adoptivos. Entre otras cosas, ha analizado la adopción en términos de "oferta y demanda" como si fuera un mercado de bienes con los padres adoptivos vistos como consumidores y los países en vías de desarrollo concebidos como los mayores proveedores de bebés y niños en estos momentos - un análisis sumamente fría.


Confieso que la primera vez que leí su ensayo "Shopping for Children" publicado en el libro "Outsiders Within" ("Los de Dentro por Fuera" - un libro de ensayos bastante controvertidos en algunos casos), me chocó tanto, que no pude asimilar los contenidos. De hecho, lo repasé rápido, pensando que era una exageración sin más, y parece que la mía fue una reacción normal entre los padres adoptivos, según dice la misma Kim Park Nelson en una entrevista con Mamazine:


"Los padres se sienten frustrados por que no les ofrezco algo específicamente para ellos, pero no les quiero antagonizar. Siento que no quieren escuchar lo que estoy diciendo, sólo lo que quieren oír."


Dice que no está dispuesta a darnos un "sello de aprobado", de "validar" nuestra experiencia, decirnos que hemos elegido bien, que la adopción en sí es buena o que hay unas pautas concretas para seguir a la hora de criar a nuestros hijos nacidos en países lejanos. Lo que quiere es investigar y presentar realidades sobre la adopción, y lo que ofrece a los padres es la oportunidad de entrar en las complejidades detrás, de comprender que no es tan sencillo como a muchos de nosotros nos gustaría creer, sino que requiere una análisis y una comprensión profunda para poder llegar a nuestras propias conclusiones sobre la realidad y las necesidades de nuestros hijos.

¿Qué es lo que me ha hecho replantear mi actitud hacía el trabajo de Kim Park Nelson?


Una conversación con una amiga china en la que surgiera el tema de la adopción y en algún momento llegué a mencionar el "donativo" que tuvimos que dar al orfanato. Fue un choque para ella y me aseguró que tenía serias dudas sobre el destino de ese dinero y que sabía a ciencia cierta que no podría haber llegado íntegramente al orfanato - si llegaba.


Esto es algo que preocupa a Kim Park. ¿Dónde va el dinero de los donativos - no sólo en China sino en cualquier país donde piden una donación? ¿Es ético que nos pidan estas donaciones? ¿Son en realidad "donativos"? Como nos explica, las donaciones de dinero y también los excesos en los precios de los trámites fácilmente hacen que entremos en el mundo GRIS de la adopción. Se distingue del mundo NEGRO (robos de bebés y adopciones ilegales) porque se trata de costes legales, aprobados, aceptados, transparentes que al final del día sirven para lucrar a alguien en algún punto del proceso...


En el caso de China, las donaciones requeridas para adoptar tienen que destinarse a los orfanatos y muchos de estos han mejorado de forma notable desde el comienzo de la adopción internacional. Sin embargo, también nos llegan noticias como "China investiga el robo de bebés y su venta a familias extranjeras" - venta a través de unos orfanatos, por supuesto. Y hay que pensar que US$ 3,000 (que es lo que fue en 2004) es muchísimo dinero en China, como otros donativos europeos y americanos podrían ser en otros países. ¿Podrían mejorar los orfanatos utilizando sólo una pequeña parte de ese dinero para luego repartirlo entre quién sabe quién? ¿Sirve ese dinero para fomentar un "mercado de bebés" donde los orfanatos ofrecen una recompensa por los niños que se entreguen?


¿Qué crédito puedo dar al comentario de un ciudadano chino citado e Xornal.com:



"Antes de 1997 nos castigaban demoliendo nuestras casas por romper la política del 'hijo único', pero desde 2000 comenzaron a confiscar a nuestros hijos."


Me pone la piel de gallina. Y mi amiga china lo tiene claro. Allí detrás sólo hay oscuridad, niebla, confusión...


¿A dónde va el dinero?


¿A mí qué me importa? ¿Qué tengo que ver yo? Soy una madre honesta que ha hecho todo con buenas intenciones, observando las leyes, cuidando los procesos y los trámites, respetando la cultura de origen, informándome sobre la adopción y las necesidades de mi hija. ¿Qué responsabilidad tengo yo si un donativo quizás no se utilizó de forma debida?


Para mí es sencillo: no puede haber dinero por medio en el mundo de la adopción. Tenemos que luchar por la transparencia. Y tenemos que agradecer el trabajo de investigadores como Kim Park Nelson que miran con lupa los procesos, que analizan las estadísticas para ver como la demanda puede afectar "los precios" de los trámites y "la oferta" en países donde hay menos control que los nuestros.


En España me ha dado la impresión de que hay un buen control y que los costes de los trámites eran razonables, pero no puede saber si es así en los países de origen de los niños de adopción transnacional.


En Estados Unidos sí me preocupa mucho la imagen de la adopción como una forma más de participar en el consumo de bienes. Allí tenemos "adoption conferences" donde no sólo hay ponentes, conferencias y quizás talleres, sino la presencia de empresas anunciadoras que venden desde servicios para padres adoptivos hasta juguetes, libros, revistas, seguros y tarjetas de felicitación (me imagino para anunciar la llegada del crío a la familia y quizás para felicitar el niño cada año en el "Día de su Adopción" - esas tarjetas son una parte importante de la cultura americana... otra forma de fomentar el consumo) - todo personalizado para satisfacer "las necesidades" de las familias adoptivas.


Kim Park Nelson también revisa los principales guías para la adopción internacional para compararlas con otros guías de consumo para bienes materiales. Está claro que le preocupa la comercialización de la adopción y cualquier indicio de que haya un mercado de adopción internacional. A mí también me preocupa.