Siempre he tenido una relación de amor-odio con las estadísticas. Por un lado las devoro con fascinación, y las utlizo en el trabajo.
Por ejemplo, estudiaron 624 niños que fueron candidatos para la adopción al nacer (Bohman 1970, 1971; Bohman and Sigvardsson 1980). Algunos fueron adoptados, otros acabaron con familias de acogida y unos se quedaron con sus madres biológicas (que cambiaron de idea).
Fueron comparados con grupos de control de sus mismas edades en sus colegios. Sobre los once años de edad todos los niños del estudio tuvieron más probabilidad que los grupos de control de ser problemáticos. Sin embargo a los 15 años los adoptados no eran muy diferentes que sus compañeros de clase, mientras que los de acogida y los que se habían quedado con sus familias biológicas sí tuvieron más riesgo de sufrir problemas.
Por otro lado sé que son armas de doble fila peligrosas, fáciles de manipular y - muchísimas veces sencillamente sin sentido porque no sabemos nada sobre los parámetros con las que fueron generados.
Os podría ofrecer algunas estadísticas sobre las posibilidades de que nuestros hijos adoptados sean o no felices en el futuro. Pero ¿realmente tendrían algo que ver con nuestros hijos?
Tenemos dos madres adoptivas que nos ofrecen sus opiniones sobre investigaciones que aparentamente tienen que ver con nuestros hijos. Se llaman Mary Watson y Susan Fisher. La primera es psicóloga; la segunda es psicoanalista. Su libro se llama "Hablando con Niños sobre la Adopción" (sólo en inglés). Para ayudarnos a hablar bien con nuestros hijos quieren que entendemos mejor las estadísticas que generan los estudios sobre la adopción, que en cambio generan actitudes, creencias, opiniones y mitos.
En su libro analizan la pregunta:
"¿Es más probable que mi hijo será infeliz o tendrá problemas emocionales por que es adoptado?"
Y nos explican que la investigación parece demostrar una y otra vez que los adoptados utilizan los servicios de salud mental más que la población en general, un "hecho" que se utiliza para concluir que los adoptados en general tienen problemas emocionales o mentales o lo que sea. Sin embargo, según Watson y Fisher esto no tiene por que significar que las personas adoptadas tengan más problemas que otras personas.
De allí nos dan un arsenal de argumentos para combatir mitos como este - cuestionando los parámetros de los estudios:
1. No podemos obtener una estadísica para todos de un estudio que no tiene que ver con todos.
Difícilmente existiría "un estudio sobre la adopción", por que que no hay un sólo tipo de adopción. No es lo mismo adoptar a un recién nacido que a un niño que ha sufrido abusos y/o pasado de una familia de acogida a otro durante varios años. No es lo mismo un niño que ha pasado un año en un orfanato que uno que estuvo allí hasta los tres años. Los cuidados y la atención en las insituciones no es igual en cada país, ni dentro de un sólo país. No es lo mismo adoptar a un niño después de un embarazo sano y saludable que a otro que ha sido expuesto a drogas y alcohol.
Nuestras dos autoras simplemente refieren a la diferencia entre adoptar el recién nacido y el niño mayor que ha pasado por varias situaciones. Dicen que muchos estudios no toman en cuenta esta diferencia tan básica y que esto es un contaminante muy importante para sus resultados.
Así que cuando nos dicen "XX% de los adoptados..." tenemos que mirar cuales son los adoptados que han participado en el estudio.
2. No es lo mismo estudiar grupos de personas enfermos que estudiar grupos normales.
Dicen nuestras autoras que muchos estudios han sido sobre personas con problemas y que luego generalizan los resultados a todos los adoptados - pero que cuando estudian niños sanos - y comparan los adoptados con los biológicos a veces encuentran que los adoptados tienen incluso una ventaja cuando llegan a la adolescencia.
Por ejemplo, estudiaron 624 niños que fueron candidatos para la adopción al nacer (Bohman 1970, 1971; Bohman and Sigvardsson 1980). Algunos fueron adoptados, otros acabaron con familias de acogida y unos se quedaron con sus madres biológicas (que cambiaron de idea).
Fueron comparados con grupos de control de sus mismas edades en sus colegios. Sobre los once años de edad todos los niños del estudio tuvieron más probabilidad que los grupos de control de ser problemáticos. Sin embargo a los 15 años los adoptados no eran muy diferentes que sus compañeros de clase, mientras que los de acogida y los que se habían quedado con sus familias biológicas sí tuvieron más riesgo de sufrir problemas.
3. Muchas veces las estadísticas son contradictorias.
*Por ejemplo, no es tan fácil saber si realmente más adoptados que biológicos utilizan servicios de salud mental. Hay estudios que dicen que sí, y los que dicen que no estamos tan seguros simplemente porque es dificil saber cual es el porcentaje de adoptados a no adoptados en una población específica...
*Otro ejemplo: hay también estudios que intentan demostrar que los adoptados tienen ciertas síntomas o problemas que son distinto de los de la población general - esto también es motivo de debate entre los investigadores con estudios que demuestran que sí y otros que no.
4. Puede haber muchas razones por un factor y esto puede afectar las estadísticas finales.
*Por ejemplo, nos explican que los padres que hemos adoptado ya hemos tenido experiencia con profesionales de salud mental (durante el proceso de adopción) lo cual podrían hacernos más abiertos a la posibilidad de consultar en caso de tener dudas o de querer prevenir problemas.
*Otro ejemplo, en estudio no publicado, sobre padres adoptivos de pacientes en un hospital psiquiatrico de Estados Unidos cerca de Boston, encontró que todos los padres habían utilizado servicios de salud mental para mejorar sus propias vidad antes de adoptar - así que, no extraña que los utilizarían para sus hijos. (Aquí entra un factor cultural - que en estados unidos, el uso de servicios de salud mental es muy común y muy aceptado por la sociedad como una forma de mejorar, no sólo para curar enfermedades mentales.)
Dice el investigador especializado en adopción, David Fanshel, que sus estudios le ha hecho muy consciente que "la tarea de hacer predicciones sobre los resultados de una experiencia humana como la adopción incluye muchos elementos dificiles de captar y imposibles de medir en este momento de nuestra investigación."
O sea - que hay muchos conceptos, la felicidad, por ejemplo, que todavía no se puede captar en un simple estadística.
Nota: Con todo esto, no quiero decir que los estudios y los datos que generan no son útiles, sólo que debemos mirarlos con cuidado y sentido común.
2 comentarios:
Muchas gracias Brenda por todas estas aportaciones tan interesantes que nos estás haciendo y que, pienso, nos son de gran utilidad. Hace unos días reflexionabas en voz alta sobre el sentido de este tú blog y te planteabas algo así como su utilidad y si merecía la pena ese esfuerzo (utilizando el español que no es tu lengua materna...)
Por su puesto que nos es de enorme utilidad (al menos para mí) y tu español ...¡perfecto!. Te quiero felicitar por este blog que en pocos días has llenado de artículos , referencias utilísimas y reflexiones personales.
Te estoy agradecido y te animo a seguir por este camino.
Gracias
Saludos
¡Gracias a tí!
Me alegro de que la información sea útil y que mi español funciona.
Tengo tantas cosas más para poner - pero poquito a poco.
¡Un saludo!
Brenda
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