martes, 1 de febrero de 2011

¿Cuál es el lugar de la Cultura de Orígen?


Agradezco a todos el gran interés demostrado por la Cultura de Orígen de nuestros hijos, y con nuestros esfuerzos - o no - para transmitírsela. Creo que el motivo de tantos comentarios ha sido mi calificación de los orígenes como ¡Una Asignatura Esencial! Y, gracias al debate que esto ha generado, tengo un montón de ideas para futuras entradas...

Pero antes, me gustaría comentar sobre los principales argumentos que he recibido en contra de las origines culturales como asignatura esencial u obligatoria:

El significado de la palabra "Cultura"
¿Qué significa para nosotros? Noto que algunos se centran en el idioma del país de origen - que si los niños van a clase de chino o ruso etc. Otros hablan de la comida, el arte, la historia, de llenar la casa de farolillos chinas... ¿Qué es la cultura de origen de tu hijo para tí? ¿De qué está compuesta? ¿Qué es cultura?

El "verdadero" país de nuestros hijos
¡He aprendido un refrán nuevo! "El burro es de donde pace no de donde nace" Como toda la sabiduría tradicional tendrá algo para enseñarnos, pero ¿qué? ¿Nuestros hijos son de aquí o de allí? ¿Pueden ser de los dos sitios? Como ha preguntado una madre: ¿Si hubiera existido la posibilidad de elegir la doble nacionalidad para tu hijo lo hubieras hecho?

Nací en EE.UU., pero mi cara viene directamente de Noruega y Suecia. Allí todos intentan hablarme en su idioma y se sorprenden cuando no puedo decir nada. Llevo 15 años en España. ¿De dónde soy? Me considero de los tres sitios. Mis hijas tienen doble nacionalidad. No nos crea ninguna confusión. Lo vemos como una ventaja - porque así lo hemos vendido en nuestra familia desde siempre.

Creo que tenemos que preguntarnos ¿Que significa la necesidad de ser de un sólo sitio? ¿Hay un sitio mejor que otro, un país mejor que otro? Si creemos que sí ¿Porque? y ¿Cómo lo sabemos?

El lado negativo de los orígenes culturales
¿Qué hacemos con todo lo malo del país de origen? ¿Hemos hecho las paces nosotros mismos con todo lo que vemos como negativo, cruel, ilógico y malo? ¿Guardamos rencor todavía por el trato que recibimos de los funcionarios de ese país, por el trato que recibió nuestro hijo allí, por todo lo que tuvimos que pasar gracias a políticas que no comprendemos y injusticias que sufrimos? De todo esto viene el famoso "Choque Cultural". Hasta que esté resuelto - y hay fórmulas para resolverlo (se encuentran en los cursos de Formación Intercultural que muchos multinacionales pagan para sus empleados internacionales - pero que tristemente no ha llegado para nosotros los padres adoptivos todavía) - el malestar que sentimos irá envenenando todos nuestros intentos para ser objetivos o positivos hacía el país de origen.

La responsabilidad de los padres hacía los orígenes
Aquí estamos muy divididos. Hay quién está conmigo en que los orígenes culturales son como las asignaturas más importantes en el colegio o como la dieta equilibrada o como la educación sexual - forman parte de la buena educación de nuestros hijos. Otros están en contra. Sus hijos no quieren saber nada - a pesar de todos sus intentos para transmitir algo positivo sobre la cultura de origen - y han decidido que lo más importante es respetar la decisión de los hijos y dejar este asunto en sus manos. De esto, tendré más que decir...

La Estigmatización
Varias personas han mostrado su preocupación por si nosotros mismos estamos estigmatizando a nuestros hijos al preocuparnos por la cultura de origen, porque resalta la "diferencia". ¿Es siempre malo ser diferente? y ¿Es posible formar a nuestros hijos sobre el valor que tiene la variedad de culturas, de pensamientos, de colores? Pero más que nada me pregunto - ¿Y si nuestros hijos son de verdad diferentes? ¿Qué les dice si insistimos una y otra vez en que son iguales - exactamente iguales - que los demás? ¿Qué les dice a ellos sobre sus diferencias si siempre estamos minimizando las diferencias existentes? ...si les comunicamos una y otra vez el valor de ser como los demás - cuando no lo son. Me ha impresionado el comentario de una madre sobre los hijos de emigrantes que intentan rechazar sus orígenes - su diferencia: "Han vivido o viven un gran desgaste emocional y vital".

Por otro lado, otra persona ha destacado la necesidad del niño a identificarse con sus padres. Totalmente de acuerdo. Por eso tenemos que destacar lo que tenemos en común (que es mucho) a la medida que reconocemos y aceptamos con total normalidad nuestras diferencias. Hay una fórmula que me ha encantado en el libro "Padres Verdaderos Hijos Verdaderos" de Holly van Gulden en que recomienda que todos los días nos esforzamos para comentar algo que tenemos en común con cada hijo - que a los dos nos gusta leer, que te gusta madrugar como yo, que a mí también me gusta el sabor fresa como tu... lo que sea.

¿Porque reconocer y disfrutar de la diferencia tendría que ir en contra de lo que tenemos en común y que nos une? Creo que es cuestión de prestar atención a las dos cosas.

La Presión Social
Esto es otro factor totalmente aparte de los demás, pero es muy importante. He leído sobre la adaptación de inmigrantes, de varias olas de inmigrantes en EE.UU. También lo he vivido tanto en mi familia (mi abuelos paternos eran inmigrantes) como en el trabajo (trabajaba con inmigrantes). Es cierto que la presión social hace que los que acaban de llegar quieren integrarse - o por lo menos sus jóvenes... Los niños y los jóvenes tienen casi una obsesión por ser como los demás. Es normal. A veces quieren olvidar sus raíces, el idioma todo.

¿Qué hacemos con la presión social - la presión de la sociedad - sobre nuestros hijos? ¡Buena pregunta! En mi caso, como inmigrante en España, lo acepto como normal, pero insisto en lo bueno de la diversidad y la importancia de recordar quienes somos - desde todas las perspectivas.

Mis hijas no han querido hablar inglés en algún momento. No han querido ser americanos. Han odiado ser diferentes. Se han hartado de mis charlas sobre cultura americana (¿Habéis visto la película "Mi Gran Boda Griega"? Pues, dicen que soy como el padre que no deja de recordar con nostalgia su país...je je). Es normal. Lo hemos aceptado y tratado con respeto y normalidad, pero el plan de formación de la familia seguía adelante. He tenido que recurrir al Arte de la Persuasión y a todo tipo de fórmulas para motivarles (desde dentro), haciéndoles ver los beneficios para ellos de tener más que sólo un país, más que sólo una cultura, más que sólo un idioma, más de todo... No es un camino de rosas, pero vale la pena. Por fin estoy comenzando a ver los frutos de este labor - ¡incluso tengo una adolescente que me lo ha agradecido alguna vez! (Casi tuve que pedir asistencia médica para recuperarme del susto:)

Etapas de Desarrollo
He notado que las dos madres de hijas que están rechazando sus orígenes están tratando o con la pre-adolescencia o la adolescencia. Creo que es muy importante tomar en cuenta la etapa de desarrollo del niño. Por supuesto será más fácil con los pequeños. No me sorprende para nada que las niñas o los niños mayores empiezan a cuestionarlo todo y a probar varias posturas en pro y en contra de todo lo que encuentran.

A mí me inculcaron valores como el perdón cuando era una niña. Pero mi padre se fue cuando tenía yo unos 13 o 14 años y decidí que le odiaba y que le odiaría durante el resto de mi vida. Pero me acuerdo como una amiga de mi madre se preocupó por mí. Un día me encontró sola y aprovechó el momento para contarme su historia, que había pasado algo parecido con su padre y como había aprendido el verdadero valor del perdón. "El rencor destrozará tu vida," me dijo. ¿Mi reacción? Le eché todo en su cara (¡que rebelde era!) y le aseguré que por mucho que me podría destrozar la vida, no me importaba, que nunca jamás iba a perdonar. Durante 7 años, hasta los 21 años continué con mi postura - pero curiosamente siempre se me quedaron grabadas las palabras de esa mujer - y un día después de tantísimo tiempo, decidí que ella tenía razón, que el rencor estaba destrozando mi vida. Llamé a mi padre para emprender el camino hacía el perdón. ¿Quién iba a pensar que necesitaría tanto tiempo para incorporar un consejo tan valioso?

No nos rendimos nunca con nuestros hijos por muy preadolescentes o adolescentes que sean, por muy rebeldes o deprimidos o desmotivados o desmadrados... ¿Respetarles? Sí, por supuesto, siempre. Pero esto no significa que aceptamos comportamientos, actitudes o posturas que les pueden hacer mucho daño a lo largo de sus vidas. No podemos estar todos los días encima, pero tenemos que ser creativos para llegar a ellas incluso cuando nos lo ponen muy difícil. Tenemos que buscar oportunidades, aprovechar cualquier posibilidad para tenderles una mano.

Al final, el odio les destrozará y da igual que sea contra una persona o contra un país, una cultura, un pueblo entero. Es una emoción sumamente negativa y les comerá vivo desde dentro.

Diferencias entre familias adoptivas y familias multiculturales
Está claro que hay una diferencia muy, muy grande entre las familias adoptivas y las familias multiculturales (como la mía que tiene madre y padre de países distintos): las familias multiculturales de alguna manera hemos conseguido una formación intercultural que no han podido recibir muchas familias adoptivas.

No quiero que creaís que esto es fácil para nosotros. ¿Por qué será que los matrimonios internacionales tienen tasas tan altas de fracaso? ¿Por qué será que tantos padres o madres intentan escapar al extranjero (volver a su país de origen) con sus hijos bi-culturales? Es por eso que las leyes son tan estrictos para viajar con niños, porque hay tantos controles. Porque no es fácil. O conseguimos una formación intercultural a la fuerza para poder seguir conviviendo o no funciona el proyecto. Es muy difícil a veces.

Por mi parte, tuve la suerte de recibir Formación Intercultural en la universidad y luego en mi trabajo con refugiados e inmigrantes, y también como estudiante internacional. ¡Como me ha servido! Es, quizás, la formación que mas valor ha añadido a mi vida. Y es lo que más me ha ayudado en la tarea de criar a una familia multicultural, de saber incorporar la cultura, de vivirla, de vencer el malestar en los momentos duros y seguir adelante - y de apreciar y celebrar las diferencias a pesar de todo.

Un buen curso de Formación Intercultural ofrece una exploración de lo que es la cultura, como nos afecta, que es el choque cultural (culture shock) que tantos sentimientos negativos, desencuentros internacionales y estrés genera y - lo más importante - como llegar a un punto de "relativismo cultural" que nos permite hacer las paces con otra cultura y transmitir su esencia (no sus farolillos ni sus vestimentos, ni su idioma - esto es mucho más que eso) con alegría. En fin, es una formación que hace posible aceptar otra cultura por lo que es, igual que aceptas a tus amigos y tus familiares por lo que son aunque no sean perfectos.

En fin, estos son algunos puntos que más destacaron para mí. Quién quiere seguir debatiendo: ¡Bienvenido!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Magnífica entrada, Brenda... da para pensar mucho (la releeré y la repensaré, lo prometo).
Para mí, la parte más importante de una cultura no es el idioma o el folklore (música, gastronomía, literatura): es una manera de ver el mundo, de ver la vida. Por ejemplo, que en África la intimidad como nosotros la entendemos no exista, porque viven muy juntos en pocos metros cuadrados; o que no comprendan nuestro concepto de ahorro, porque el futuro es tan incierto que no se sabe si llegara; o la forma en la que se relacionan hombres y mujeres; o cómo tratan a los niños... Esta es la parte importante, y la más difícil de conocer y de transmitir.

Me gusta lo que dices de que ser de más de un lugar enriquece. ¿Por qué no podemos sentirnos de aquí, y de allí, en vez de tener que escoger un sólo lugar? Yo sí quiero que mis hijos lo sean, ellos que pueden...

Y en cuánto a lo que nuestros hijos quieren... ¿tenemos que primar lo que quieren ahora o lo que van a necesitar más tarde? Porque aunque ellos se sientan españoles, cuando dejen de ir de nuestra mano, les tratarán como chinos, etíopes o dominicanos...

http://madredemarte.wordpress.com/

Mari Carmen dijo...

Brenda,muy bueno.Ademas que pienso que hay quien entenderá que conocer "la cultura" es que la vivan lo que puede crear malentendidos,cuando lo importante es trasmitirselo con conocimientos para que lo entienda......a veces lo único que necesitan nuestros hijos es que les expliques costumbres ,historias etc.....de su país de origen y de esta manera alimentar su entendimiento ante las dudas.De esa manera le estas abriendo la mente y enseñando como se enfoca la vida o se vive en otros lugares,y el enseñar no ocupa lugar.¡Que otro día surge la oportunidad de verlo !,pues es una experiencia más...
Lo de la edad tambien tiene mucho que ver,pues son etapas y tambien hay que ver las dos posturas la de los padres y la de los hijos
y porque ,pues las versiones pueden ser muy diferentes.....tampoco hay que ser extremistas y producir el efecto rebote en los hijos ......... he visto algún caso en los que alguno de los padres estaba tan enfocados en todo lo relacionado con ello que su casa misma y su vida particular pueden en algun momento los hijos decir ¡¡¡bastaaaaaaa....!!!!........pero eso se nota,se ve venir y son casos extremos.Por eso pienso que lo mejor es el termino medio y hoy por circunstancias esto y a lo mejor otro día lo otro,pero con naturalidad............
Una cosa es enseñarles o hacer algo,como :vamos a este sitio hoy y disfrutarlo y otra cosa es que los padres les entusiame tanto por gusto propio,que acaben atosigando y por lo tanto causando malestar en lugar de satisfacción en sus hijos,por no tener medida.
Es como el padre que quiere que su hijo sea medico porque el no lo fue.
Brenda esta página habla bastante sobre la cultura y la adopción ,tiene dieciocho paginas....yo lo he ojeado un poco,esta en inglés pero he mirado con el traductor.Un resumen tuyo me encantaría:-)))
Curiosamente piensa lo que tu y,yo y otros comentabamos que es positivo tratar el tema cultural y ademas lo dicen personas que lo han vivido con hijos más mayores.
Justamente en España no llevamos tantos años,es más antiguamente si te descuidabas ni te decian que eran adoptados, por lo que no entiendo lo de que "les cree más diferencia",cuando mucho menos tratarian el tema.
Yo he aprendido más de las vivencias de hijos y padres que de algunos psicólogos........y tambien he notado la diferencia entre padres adoptantes psicólogos,pues lo viven en primera persona.Recuerdo que cuando adoptamos por primera vez la psicóloga era madre adoptante,y se nota con diferencia,porque el enfoque es más real,no solo de texto.Por cierto no se ha vosotros pero a nosotros en las entrevistas siempre estaban a favor de la cultura ,respetar,explicar...........asi que no entiendo de donde se saca ahora lo contrario............y tampoco se puede respetar lo que no se conoce o se explica o se lee etc..........vamos aunque sea por encima ,encima.......pero el miedo a lo desconocido existe precisamente por eso por no saber de que va.........y esa quizas es parte de la mecha de lo que se alimenta el racismo en la sociedad.
Bueno os dejo la página.
http://findarticles.com/p/articles/mi_7532/is_200710/ai_n32242137/?tag=content;col1

Mari Carmen,mamá de Mei y Carla Xiangrou

Anónimo dijo...

Pues ... una vez más: completamente de acuerdo.

Los hijos ven por los ojos de sus padres hasta que tienen la madurez suficiente para mirar por los suyos propios. Pero cuando llegue ese momento, llevarán unas "gafas familiares" que son, en mi opinión, su verdadera cultura, seguridad y sentido de pertenencia.

La mezcla de todo lo que han sido y han vivido. El respeto y aprecio con el que en la familia se han tratado sus diferencias. Y el modo en que se han enfrentado en los momentos difíciles. Comformarán su identidad, su modo de enfrentarse a la vida, a los problemas y a los miedos.

No me imagino a las hijas de José Luis (Pasión por China) ni de Roberto (Adoplandia) ni de Brenda ni de Madre de Marte, ni Beatriz (Postadopción)ni de la mayoría de los padres que tienen blogs tan estupendos, "renegando" de su origen cuando sean adultos.
No os perdáis el post ni la cita de Amin Maalouf que encontraréis en http://blog.postadopcion.org/identidades-que-suman-mas-que-uno).

Tampoco creo que se vayan a sentir chinas/etíopes/marroquíes! No creo que ese sea el "objetivo". Creo que el objetivo es que conozcan, comprendan y respeten todas las culturas y que sepan de dónde vienen para que de adultos una sientan relación/emoción hacia su orígen como mínimo respetuosa(creo que se podría decir lo mismo respecto a su orígen genético).

Y creo que es lógico que no quieran ser diferentes. Es mucho más fácil ser igual, pero eso no enorgullece tanto.
Creo que si se han sentido especialmente valorados por su familia y amigos debido a sus diferencias -que conforman su identidad cuando les gusta y cuando no les gusta-, un día las incorporarán y habrá sido bueno. Si no las incorporan y las niegan, tendrán problemas siempre.

Conste que el mensaje de Meritxell en el post anterior me dejó un poco triste y muy pensativa.

Quizás el problema estaría en preocuparse mucho de la cultura de origen sin preocuparse de su sentido de pertenencia a la familia.

Precisamente yo que he vivido en tantos sitios diferentes, después de haberme sentido distinta con mucha frecuencia, llegué a la conclusión de que mi verdareo orgullo no era mi país, idioma o cultura. Mi verdadero orgullo y sentimiento de pertenencia está con mi familia. Y a esa conclusión, llegué trasladándome y adaptándome a nuevas escuelas -en edades muy difíciles-, nuevas ciudades y nuevos idiomas.

Yo creo que es como pagar un peaje para llegar con mayor seguridad a tu destino. Pero no creo que sea fácil ni indoloro.

Creo que esas diferencias y esos sentimientos enfrentados si están vigilados, hay respeto, amor, información, educación y naturalidad por parte de la familia (y los amigos más cercanos), son beneficiosas.

(sin ser creyente me ha salido un "credo" :))

Como siempre. Me he extendido demasiado. Lo siento. Es que me parece muy interesante el tema.

Gracias Brenda!!
Eva DE

Anónimo dijo...

Perdón por volver a intervenir, estaba pensando en algo que me sucedió hace tiempo.

Nos presentábamos los nuevos compañeros de trabajo:

Dos franceses dijeron "soy francés"
Un francés dijo "soy de París" :) :) :) :) :) :)
Uno que yo creía indú dijo: "soy austríaco de procedencia pakistaní"
Yo dije "soy española" y pensé que el de París era un idiota y el austríaco-pakistaní debía ser adoptado.

Desde entonces han pasado aproximadamente 8 años. Ahora sé que el segundo francés era un tipo estupendo, muy simpático y el menos clasista de todos.:)
Y sé que el austríaco procedente de Pakistán no es adoptado pero sabe que si dice "soy austríaco" sin más, siempre se escucha un murmullo y/o risita de fondo ya que su cara niega lo que dice su pasaporte. Aunque ambos sean ciertos y él no se/lo niegue. Puedo intentar imaginar lo dolorosos que habrán sido esos murmullos y risitas durante su infancia y adolescencia.

Ahora también pienso que mi hija no china, ni alemana, ni española o con cara de china, pasaporte español y residente en alemania también de adulta tendrá que encontrar una manera práctica, directa, valiente y anti-murmullos de aclarar su identidad.

Ojalá mi hija diga de adulta con el mismo aplomo y naturalidad "soy española de procedencia China".
Cuando llegue ese día, que estoy segura llegará, me acordaré de este y otros muchos blogs/personas que tanto me han ayudado compartiendo, debatiendo y aprendiendo.

Gracias,Brenda.
Y gracias a todos los blogueros dicharacheros!

Saludos,
Eva DE

Anónimo dijo...

Me ha encantado eso de " mi verdadero orgullo está con mi familia". Genial! Lo comparto 100X100. Despues de adoptar en un pais del Este, vivir en España y ahora residir en Africa...reafirmo que lo mejor que les podemos dar a nuestros hijos es la multiculturalidad enraizados en una familia que les quiere y apoya vengan de donde vengan.