lunes, 14 de febrero de 2011

Cuídate a TÍ también...



¿Es de sentido común cuidarte?



Entonces ¿Por qué no lo hacemos? Sobre todo durante momentos de mucho estrés ¿Por qué no nos cuidamos mejor?



Estaba repasando el trabajo de Deborah Gray, experta en apego y autora de "El Apego en la Adopción" (Attaching in Adoption - sólo en inglés), un libro excelente y muy práctico. Y me impresionó una vez más su preocupación no sólo por los hijos sino también por los padres, que nos cuidemos bien sobre todo si estamos pasando por momentos difíciles - por ejemplo el periódo de adaptación durante los primeros meses después de recibir a nuestro hijos, o alguna etapa difícil de su desarrollo, o problemas de apego en la relación.


Todos sabemos que es importante cuidarnos, sin embargo, en los momentos de más estrés siempre parece que no hay tiempo para hacerlo. Y cuanto más sueño perdemos y cuanto peor comimos, menos tiempo parece haber. Es un ciclo vicioso y tenemos que romperlo. Gray nos proporciona el mejor motivo: nuestros hijos. Sacrificarlo todo por ellos no es lo mejor que podemos hacer. Recargar nuestras pilas todos los días sí es lo mejor que podemos hacer.


Para padres y madres estresados, voy a colgar aquí los consejos de Gray junto con los míos:

DESCANSAR

Ante todo, tenemos que descansar los suficiente para poder pensar bien. Si eres madre soltera de un niño que no duerme o padres de un niño que no se está adaptando bien a su nuevo hogar - es imprescindible o pedir ayuda a algún familiar para poder descansar en algún momento o buscar la forma de echar siestas durante el día o recuperar durante el fin de semana el sueño perdido.

Si tienes un niño con problemas de apego, puede ser muy difícil dejarle con alguién porque te sientes obligado a mantenerte a su lado hasta conseguir un buen apego, pero incluso así, poder descansar, dormir o simplemente disfrutar de un respiro es esencial. Además, dejarle un rato o un fin de semana con un familiar o un buen amigo será una oportunidad para demostrarle que siempre volverás por él.

COMER

Todos los padres pasan por fases en que parece que ni hay tiempo para comer decentemente. Pero aún durante los momentos de mayor estrés, hay que buscar la forma de alimentarse bien. Y esto no sólo significa sentarse en la mesa para comer tranquilamente - sino de cuidar lo que uno está comiendo. Curiosamente cuando estamos estresados podemos ir en busca de lo dulce, las comidas más grasas y las bebidas con cafeína o refrescos - es decir, alimentos bajos en nutrientes y ricos en ingredientes que nos nos convienen. Algunos comemos demasiado y otros demasiado poco. Conseguir un buen equilibrio, basado sólamente en alimentos sanos - en estos momentos es clave para sentirnos bien y disfrutar de una energía más duradera.

MOVERSE

Hacer algún tipo de ejercicio físico todos los días no debe de ser un lujo. Es un derecho y una responsabilidad. Es uno de los mejores alidados tanto en momentos de estrés como en momentos de paz. Según el neurocientífico John Medina, autor de Brain Rules, nuestro cerebro ha evolucionado para funcionar mientras que esté el cuerpo en movimiento. Un buen paseo refresca la menta y hace posible ver nuevas posibilidades porque mueve la sangre, limpia todo nuestro sistema y trae oxígeno al cerebro. Personalmente he visto que es una de las mejores formas de salir del ciclo vicioso del estrés.

SIMPLIFICAR

Si estás en un momento difícil - que el niño se niega a comer, que estás pasando por una etapa de rabietas increíbles, que se niega ir al colegio, que parece que tiene problemas de aprendizaje, que después de estar 3 años en un orfanato parece que habrá que hacer mucha terapia para recuperar todo lo que ha perdido - ¡Para!


Cuando ocurren momentos difíciles, lo más normal es que seguimos adelante con las mil cosas que tenemos que hacer - sin hacer cambios en nuestra vida, nuestras rutinas, el nivel de nuestros compromisos. Es un error que he cometido muchísmas veces. Ahora, después de 15 años y cuatro hijos, poco a poco estoy aprendiendo que lo primero que hay que hacer cuando entramos en alguna fase problemático es revisar la agenda para ver como podemos simplificar nuestra vida para poder responder de forma adecuada a la nueva situación.

Creo que hoy en día tenemos una gran tendencia para "sobre-programar" nuestro tiempo, nuestras familias, nuestras vidas. Vivimos en unos momentos de grandes posibilidades, aparentamente sin límites - pero en realidad no es así. La sobre-programación = Estrés + Estrés + Más Estrés. Sobre todo cuando tenemos hijos.

Bueno, estos son algunas ideas para cuidarnos durante momentos de estrés. Están inspiradas en el trabajo de Gray, pero todos han sido para mí un gran reto. Sólo después de muchos años he conseguido cultivar unos hábitos de vida sana que me han convencido de la importancia que tienen para todos nosotros - sobre todo en tiempos de estrés y crisis cuando menos tiempo parece que hay para invertir en nostros mismos.


¿Alguién quiere ofrecer más ideas?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Se me ocurren varias ideas por ejemplo: cuidar la pareja. En momentos duros nos olvidamos o no tenemos tiempo de parar y reflexionar CON nuestra pareja.Somos dos. A veces, cada uno vemos la situación de diferente manera y actuamos en consecuencia. Dando lugar a fricciones, silencios y más estres.Y se nos olvida rescatar un espacio, aunque sea pequeño para la pareja, no para papá y mamá.

Esto está muy unido a otra idea: HABLAR cómo nos sentimos, pensar en voz alta, validar nuestros sentimientos en ocasiones contradictorios.

Saludos
Itsaso

Anónimo dijo...

De acuerdo con el comentario anterior. Creo que es importante. Cuando vienen los hijos tendemos a volcarnos 100% en ellos y si hay problemas aún más, y es lógico, pero hay que cuidar la pareja. Tan solo un día a la semana ir al cine juntos sin niños, o tener una aficion común que cultivar juntos, o salir un rato etc... es importante para tratarnos como pareja y ser sólo nosotros dos un rato, sin la etiqueta de padres. A veces parece que no tenemos tiempo pero una hora a la semana seguro que podemos conseguir, dejando al peque con alguien de confianza ese ratillo.

Elena

Anónimo dijo...

Para estas situaciones, hay una metáfora que me parece muy apropiada: la de las mascarillas de los aviones. Dicen que hay que ponérsela primero el adulto y sólo cuando tu respires, ponérsela al niño. De lo contrario, probablemente moriréis los dos...
Pues eso, que no nos olvidemos de respirar.
http://madredemarte.wordpress.com/

Brenda Padilla Ericksen dijo...

No podría estar más de acuerdo: cuidar la pareja es fundamental - y tan fácil de olvidar en los momentos de más estrés.

¡Gracias!

Brenda