lunes, 14 de febrero de 2011

Conversar con Niños sobre Adopción





Nos dicen que tenemos que hablar de la adopción con nuestros hijos. Pero ¿Cómo? y ¿De qué?




Conversar con los niños es un arte, de esto estoy convencida. No es que sea difícil, pero hay que hacer un esfuerzo para entrar en su mundo, escuchar con paciencia y averiguar por dónde nos quieren llevar, qué es lo que quieren saber y qué es lo que son capaces de comprender en cualquier momento de su desarrollo. También es difícil a veces, saber cómo acercarse a un tema como la adopción.




A través de los años, estoy viendo que hablar de la adopción no siempre significa "hablar de la adopción" en si, sino conversar sobre temas cotidianos que de alguna forma indirecta tienen que ver con la adopición y que nos ayudan a transmitir nuestra apertura hacía todo lo que tiene que ver con los orígenes de nuestros hijos.




Pero para que estas conversaciones tan naturales ocurran en nuestras familias, a veces es útil emplear objetos, cuentos o técnicas con el fin de hacer saltar temas que normalmente podrían permanecer ocultas.






Los Tres Relojes






Ofrezco la historia de "Los Tres Relojes" como un ejemplo. Hace tiempo decidí colgar tres relojes en la cocina: uno con tiempo local, otro con el tiempo de Seattle (mi pueblo) y otro con el tiempo de Nanchang, la ciudad donde conocimos a nuestra hija. Quería que mientras comíamos podríamos comentar lo que posiblemente estaba ocurriendo en cada lugar según la hora que era. Esperaba despertar más interés sobre los costumbres en cada lugar.






Lo que no esperaba era hasta que punto los relojes podrían ayudarnos a hablar de los orígenes de mi hija con total naturalidad. Un día por ejemplo, la niña había expresado su interés por la familia biológica y su preocupación por quizás no poder nunca saber nada de sus padres de allí.





Entonces, se me ocurrió una cosa:




"Parece que no sabemos nada sobre tu familia biológica, pero hay algo que sabemos."




"¿Qué?", me preguntó.




"Mira el reloj. Sabemos que ahora es de noche en su ciudad y que seguramente se van a la cama."




Me miró con cara de incredulidad y me preguntó, "¿Puedo decirles buenas noches?"




"¡Por supuesto! ¡Que buena idea!!"




Y así fue que, como si fuera lo más normal del mundo, la niña deseó unas buenas noches primero a su madre China y luego al padre (su hermana pequeña también se unió al esfuerzo). Volvió a hacerlo un par de veces más y luego se olvidó de la idea.




Para mí, esta es una conversación ideal sobre temas de adopción. Lejos de ser una explicación técnica/académica/perfecta de como funciona la institución internacional que es la adopción, es una conversación natural y cotidiana sobre una preocupación muy práctica que tiene un niño en un momento concreto, sobre su vida, su pasado, sobre una conexión con el árbol geneológico que de alguna manera quiere sentir - lo que sea.




La Trenza


En su libro "Veinte Cosas que los Niños Adoptados Desean que Sus Padres Supieron", Sherry Eldridge utiliza 3 lazos (de distintos colores) para crear una trenza mientras explica a los niños como pueden ir compaginando a lo largo de su vida, su herencia genética, su herencia adoptiva y su propia personalidad.




Las Piedrecitas




Holly van Gulden, especialista en adopción y autora de "Padres Verdaderos Hijos Verdaderos" recomienda la técnica de la "piedrecita". Estas pequeñas piedras no son más que unos comentarios naturales que hacemos de vez en cuando como "A veces me pregunto si ese pelo precioso lo has heredado de tu madre biológica o de tu padre biológico." Dice que es como lanzar una piedrecita a un charco y dejar que remueve las aguas - sin hacer más. Según ella, esto suele ser suficiente para remover la mente de un niño y mostrarle que nosotros también pensamos de vez en cuando en el hecho de que tiene otra herencia distinta a la nuestra - y que estamos interesados en hablar de ella. Tarde o temprano, el niño también compartirá en voz alto sus pensamientos...




Conversar es Clave




Hay miles de formas de crear un clima que fomenta la conversación sobre todo tipo de temas - no sólo la adopción. Y vale la pena que los padres apliquemos un poco de creatividad en este respecto. Para ello podemos utilizar peluches, marionetas, manualidades, la cocina, los cuentos, las peliculas, los comentarios estratégicos y mucho más para acercarnos a ellos, entrar en su mundo y hacer que hablar de la adopción sea de lo más normal para todos nosotros.



11 comentarios:

Sandra dijo...

Me a encantado tu entrada, me parece muy practica y útil, los relojes me parecen una herramienta estupenda para teletrasportarnos a ese lugar y hablar de ello.

Todavia estamos a la espera de asignación de un/a peque etíope, pero vamos a poner en marcha los dos relojes en la cocina, así cuando este con nosotros le explicaremos que sin conocerlo pensabamos en el/ella y que podemos hacer lo mismo con su familia de Etiopía.

Muchas gracias como siempre.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Sandra: pues cuélgalo antes de que viajes a Etiopía!!, seguramente después ya no necesitarás dos sino tres,el tercero un reloj con 48 horas al día...de trabajo... y alegrías

Lo digo en serio porque yo llevo desde el primer post de relojes queriendo colgar mi reloj chino y todavía no lo he conseguido.

Brenda: como siempre, GRACIAS por tus estupendas ideas y por estar ahí.

Un abrazo,
Eva DE

laura dijo...

Fantasticas ideas que nos anotamos!!! Nosotras tenemos una pelota que es una bola del mundo y Julia a sus 13 meses escasos ya dice "nam-nam ati" (Vietnam aqui) y señala cualquier lado, eso sí.
unm beso
laura

Mercedes dijo...

A mi lo que me funciona con mi hija kazaja de 8 años (lleva poco más de un año aqui) es jugar al juego de "me gusta, no me gusta", así me va contando las cosas que le gustaban de allí, y sus recuerdos,lo que nos da paso para hablar de su país y de sus origenes. Nos ponemos las dos con un folio en blanco partido por la mitad con una raya y a ambos lados "me gusta" "no me gusta" y sólo dos boligrafos uno rojo para no me gusta y uno azul para me gusta, y nos los vamos intercambiando...

Unknown dijo...

Parece mentira cómo despiertan nuestra imaginación estos hijos tan deseados!!
La idea del reloj, interesante, yo también la voy a poner en práctica. Mis hijos tienen ya 18 y 15 años, llegaron a casa cuando tenían 5 y 9 años. No ha sido fácil. No es fácil. Y por lo que veo... no será fácil. Si mi experiencia puede servir a alguien, la pongo a disposición. Mi correo electrónico es inesmolins@gmail.com

Anónimo dijo...

A nuestro hijo le encanta ver los mapas y ver dónde vivimos (Sevilla) y dónde fuimos a buscarlo (en el este lejano ruso) y me dice; jope, mami, si cruzásteis casi todo el planeta, y los océanos y todo...
Ultimamente dice que se acuerda de su madre biológica, que a veces la echa de menos. Supongo que ve muchas mujeres embarazadas que son conocidas, amigas o profesoras del cole y ve cómo estas mujeres se tocan su barriga y hablan del bebé que tienen dentro con cariño, y seguramente siente que él también estuvo un día en una tripa que no fue la mía, y sentirá nostalgia de que esa mujer quizás no lo deseaba tanto como estas mujeres a sus bebés.
Yo le digo que tambien me acuerdo de ella y que le doy las gracias por poder ser su mamá, que si ella no lo hubiera tenido yo no podría ser su mamá, y que tengo mucha suerte de que sea mi hijo. Pero no sé si es suficiente, o no sé si con la edad que tiene (seis años) lo entiende o me comprende.
En fin, esperamos hacerlo bien y con la ayuda psicológica que estamos teniendo.
Elena

maría dijo...

me encantó la idea de los relojes, lo pusimos en prácita y la respuesta de mi hija de cuatro años fue, quitalo mamá a mi no me interesa saber la hora que es en China no me sirve para nada, la hora que tengo que saber es la de España, para no llegar tarde a todos los sitios.
Mi marido me dice que la estoy agobiando que va a cojer mania a china los chinos y de paso a mi.
En fin que a veces lo que nos parece mejor a nosotros no se porque a mi hija no.
La digo cuando vayamos a China a buscar a tu hermanit@ ya verás lo que te va a gustar.
Me responde no ya lo conozco nací allí y ni a mi ni a mi amiga A. su intima también adoptada, nos gusto nada así que no pensamos volver.
En fin espero que sea una etapa.
Un saludo
María

Anónimo dijo...

Tenemos 3 hijos adoptados (en 3 procesos). Ahora tienen 15, 10 y cinco años. Siempre les hemos hablado de sus origenes y de todo el proceso con mucha naturalidad y ellos nos han expresado sus dudas, preguntas etc... de maneras diferentes en cada edad pero lo que más les ha ayudado es SABER QUE SU HISTORIA ES PERFECTA, QUE HAN SIDO QUERIDOS DESDE SIEMPRE POR DIOS Y QUE NOSOTROS LOS AMAMOS Y FORMAMOS UNA FAMILIA PARA SIEMPRE JUNTOS. Al principio siempre estaba pensando que eran adoptados pero la clave es ver que son HIJOS. Primero el mayor rechazaba hablar de todo pero poco a poco fue sintiendose querido en sus defectos y se relajo. Para nosotros, fue un exito cuando empezaron a discutir, pelear con naturalidad.

Brenda Padilla Ericksen dijo...

Muchísimas gracias a todos por los comentarios, por la participación en este blog, que lo estamos haciendo todos.

María, me gustaría comentar sobre la reacción de tu hija hacía los relojes. Para mí los comentarios de esta niña demuestran lo listo que es: con sólo cuatro añitos ya ha captado el mensaje, que ser China no vale aquí en España, lo único que cuenta es ser Español.

Lo que pasa es que con el tiempo, será cada vez más difícil para ella negar sus raices, porque la sociedad siempre, siempre le va a recordar de donde viene. Es así. Y si no sepa apreciar lo bonito de China, si no llega a interiorizar la importancia de haber nacido en ese país donde la gente también se siente orgullosa de quienes son, me temo que tendrá que ir por la vida a la defensiva.

Nuestra tarea no es fácil. Formar a nuestros hijos para que se sienten orgullosos de sus raices va en contra del corriente. Poquísimas personas nos van a entender y además será difícil vencer nuestros propios prejuicios para encontrar un verdadero lugar positivo en nuestros corazones para unos orígenes que muchas veces nos cuesta comprender. Pero vale la pena, te lo aseguro.

Los comentarios de tu hija sirven para mostrarte dónde está ahora mismo en su camino, que es lo que entiende en este momento, y que es lo que neceista.

No hay una sóla fórmula para persuadirla de que ser China es algo muy bonito, pero creo que podéis aprovechar muchísimo el viaje a China que vaís a hacer para crear una impresión positiva.

Os deseo mucha suerte,

Brenda

Mei dijo...

Lo de la piedrecita...ja,ja,ja...de un estupendo resultado...yo lo uso mucho y...sorpresa!! días despues vienen comentarios, juegos y preguntas o afirmaciones increíbles...y todo a partir de una piedrecita lanzada al núcleo...
Gracias por estas estupendas ideas...Brenda...Los libros que nombras, están en castellano???

maría dijo...

Yo desde luego la quiero llevar lo tengo clarísimo y su padre también a China nos la llevamos a buscar a su herman@ de echo incluso unos amigos los papás de A. su amiga íntima del alma; debieron compartir cuna; estan decididos a acompañarnos y sería para mi perfecto por que creo que estar al lado de alguien que ha vivido tus mismas circunstancias en este caso su amiga la va a ayudar mucho.
Yo sigo erre que erre con el tema la pongo fotos de china, la digo lo grande y bonito que es su otro pais, y estoy convencida de que todo eso la ayudará el dia de mañana para hablar conmigo de sus sentimientos y de todo, pero por ahora esta mas centrada en quitarse los ruedines de la bici.
Un saludo
María