viernes, 23 de abril de 2010

Sobre Sentimientos



"Yo te quiero con todo mi..."


Estoy leyendo dos libros que hablan de los sentimientos de los niños. El primero está hablando de niños adoptados:


"Recuerde que no todos los problemas de un niño adoptado están relacionado con su adopción. Es normal que durante el niñez un niño adoptado se comportará mal, tendrá un día de malestar, será travieso, tendrá dificultades en el colegio o con otros niños, tendrá días tristes etcétera, lo mismo que los niños que se crian en sus familias biológicos. Es cuando esos problemas siguen más allá de la norma o siguen patrones que coinciden con aniverarios relacionados con la adopción o la familia biológica que los padres deben de estar conscientes de que el duelo relacionado con la adopción podría estar detrás."

("Real Parents, Real Children", por Holly van Gulden y Lisa M. Bartels-Rabb. Sólo en inglés.)



El segundo libro es para todos los padres - es decir, no está pensado específicamente para familias adoptivas:


"Hay una conexión directa entre como se siente un niño y como se porta.

"Cuando un niño se siente bien, se portará bien.

"¿Cómo conseguimos que un niño se siente bien?

"¡Aceptando sus sentimientos!"


("Como Escuchar para que los Niños Hablen y Como Hablar para que los Niños Escuchen", por Adele Faber y Elaine Mazlish. También en español - y muy recomendable.)


Tengo algunas preguntas:


¿Damos demasiada importancia al posible efecto que el hecho de ser adoptado podría tener sobre nuestros hijos?


¿Creemos que la adopción influye en el comportamiento de nuestros hijos?


¿Afecta sus sentimientos?


¿Nuestros hijos son mas - o menos - inseguros que otros niños?


¿Su adopción les afecta en el colegio?


¿Alguién ha notado cambios de comportamientos o de humor en ciertas fechas, como el aniversario de la adopción, el día de la madre o su cumpleaños?


¿Demuestran señales de duelo por lo que han dejado atrás? Y si es así, ¿Afecta su comportamiento de alguna forma?


Por mi parte, he notado ciertas expresiones de curiosidad y de tristeza relacionado con preguntas e información sobre la adopción. Pero el sentimiento que más afecta el comportamiento en nuestro caso es la inseguridad. A veces tengo la sensación de que estoy ante un pozo sin fondo. ¿Cuantas muestras de lealtad, amor y confianza tengo que dar para que se sienta segura?


Estoy de acuerdo con que tenemos que tener cuidado para no dramatizar o exagerar el papel de la adopción en los sentimientos y los comportamientos de nuestros hijos. Lo que no tengo muy claro todavía es si realmente se puede separar la adopción (más que nada el historial de la adopción) del resto de la vida normal de un niño.


Creo que es verdad que para que un niño se porte bien, tiene que sentirse bien.


Recomiendo el libro de Faber y Mazlish, porque dan muchas claves para conseguir que nuestros hijos - todos nuestros hijos - se sienten comprendidos, lo cual es el primer paso para sentirse bien. ¿No?






5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Brenda. Esto que escribes me lo he preguntado y me lo sigo preguntando muchas veces. En mi caso, he de decir que creo que muchas veces, y más de las que yo quisiera, mi hijo tiene ese miedo al rechazo que caracteriza a muchos de nuestros hijos, ese "se están riendo de mí" aunque no tenga nada que ver con ellos, ese"es que yo soy más torpe que los demás", ese miedo a sentirse abandonados y solos aunque haga ya bastante de su adopción, creo que es un contínuo repetirles que les querrás siempre hagan lo que hagan, que un padre y una madre son para siempre y a pesar de que creas que lo saben, tienes que repetírselo una y otra vez, elogiarlos mucho delante de la gente y reñirlos a solas para que no se sientan mal delante de las personas. Es a veces un poco frustrante y te da pena porque a veces creo que sufren, y la verdad es que muchas de estas veces me siento impotente, leo libros y cada vez más sobre postadopción, autoestima en niños adoptados, leí el libro"en busca de soluciones" que me gustó mucho, ahora estoy leyendo el de Adele Faber que comentas pero en español y parece que también tiene buena pinta, en fin, que hacemos lo que podemos pero a veces parece no ser suficiente. No quiero ser pesimista pero este camino a veces parece más difícil de lo que parecía cuando lo iniciamos pero evidentemente no me arrepiento en absoluto, quiero a mi hijo con locura e intentaré estar ahí acompañándolo. Me parece muy interesante este artículo. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Tengo la gran suerte de que mi hija de 7 años, tiene la suficiente confianza con nosotros para preguntar y hablar de sus sentimientos. Y tengo la gran suerte de que mi niña (al menos de momento) es capaz de mirar dentro de sí y poner palabras a su emoción. Ya me ha preguntado de todo sobre su origen.
Cuando me dicen que estoy obsesionada con el tema de la adopción, no hago ni caso. Y recuerdo lo último que me dijo mi niña
ah¡ mami cómo me gustaría saber mi historia verdadera¡
Gracias Brenda por tu post. A veces, nosotros los padres adoptantes, nos sentimos solos y confusos. Y tus reflexiones son de gran ayuda.

Anónimo dijo...

Hace cuatro años llegó mi chiquito y yo me hago las mismas preguntas todos los días, a pesar de haber desarrollado un apego espectacular con nosotros, llevar una vida completamente normal, le va genial en la escuela y no tenemos sino las mismas situaciones que cualquier otra familia. Mi hijo a veces tiene fuertes sentimientos de dolor, frustración y tristeza que no puedo evitar relacionarlos con su historia y sus cuatro añitos de institucionalización. Creo que hay mucho miedo o tabú respecto a tan siquiera pensar en la posibilidad de lo que expresa Brenda en este post. Creo que no pensarlo es sencillamente peor! Ignorar o hacerse la vista larga de tan siquiera la posibilidad de que algunos comportamientos o reacciones de nuestros niños no estén relacionados en negar nuestra misión como padres adoptivos. Sabemos que ser padres a través de la adopción no es meramente un trámite más, llevamos una agenda adicional con nuestros hijos y esto no significa subestimarlos necesariamente.
lis

Brenda Padilla Ericksen dijo...

Quiero agradeceros todos por los comentarios.

Estoy de acuerdo, hay un tabú para hablar de estas cosas. Incluso pensé en quitar la entrada una vez publicada. Pensé que podría ofender a demasiadas personas - incluso hacer las preguntas.

Pero lo he estado pensando mucho, y no puedo negar mi experiencia, ni con mi hija, ni con mis familiares adoptados (tía y primos) no las historias de mis amigos, vecinos y compañeros del colegio adoptados.

¿Quien estamos intentando engañar?

Todos los adultos adoptados que conozco tienen especiales dificultades en sus vidas y no es difícil encontrar escritos que describen las raices de sus conflictos. Incluso muchas veces los comportamientos que he observado, las dificultades para relacionarse con sus parejas, acepatar a si mismos como son etcétera se describen perfectamente en la literatura sobre la adopción.

Claro que cualquier persona puede tener problemas de todo tipo, pero algo no me cuadra con la versión "cuento de hadas" que muchas personas quieren contar sobre la adopción.

Pienso que la adopción es una solución ideal para nuestros hijos - pero cuanto antes aceptamos las dificultades a las que se enfrentan, los sentimientos de inseguridad, las preguntas que no saben contestar de forma positiva... cuanto antes reconocemos todo esto, mejor podemos equiparnos para apoyarles.

De nuevo, ha sido difícil para mí dejar el escrito allí y espero que no ha sido demasiado.

Brenda

Anónimo dijo...

que bueno que mantuviste la entrada! y que bueno saber que todos tenemos miles de dudas! y sí, hay que desmitificar el "cuento de hadas" para estar bien centrados en lo que nos toca hacer como padres! lis