miércoles, 10 de marzo de 2010

Preparando la Llegada del Niño: El Entorno





Mirando hacía atrás...


¿Que es lo que más te ayudó a preparate para la adopción de tu hijo?


¿Cuales son las cosas que hubieras hecho sabiendo lo que sabes ahora?


Una madre primeriza me ha escrito pidiendo consejos para preparase para la llegada de su hijo. Pienso que en este blog tenemos muchísimos padres y madres veteranos con consejos para ofrecer.


En este escrito comenzamos con la preparación de la casa para luego pensar en el viaje, la formación y la alimentación entre otras cosas...

El Entorno


¿Que dice tu casa sobre tí?


¿Te acuerdas de cuando eras pequeño y quizás habían zonas de la casa donde no podrías estar? ¿Y cosas que no podrías tocar?


Hace tiempo leí un reportaje sobre el estilo de crianza de los padres y como era típico en la era de los padres autoritarios (la época de "porque lo digo yo") que la casa se dividía entre zonas para adultos y otras para niños, por ejemplo.


Hoy en día los "expertos" nos aconsejan desarrollar un estilo "democrático" que no quiere decir que los niños tengan que votar a favor de cada decisión sino que nuestro enfoque sea más participativo/educativo para que el niño aprenda a ser responsable a través de la capacidad de razonar para decidir y elegir bien.


Por lo que me acuerdo, la casa de unos padres democráticos suele estar más abierta para toda la familia sin zonas "solo para adultos" y más adaptada a las necesidades de los niños en cada etapa, quizás más "a prueba de niños".


Para mí, la casa hecha a prueba de niños ha sido, sin lugar a dudas, la opción más sensata. Y me parece el doble de sensata para padres que esperan un hijo a través de la adopción. ¿Por que?


Porque muchos de nuestros hijos llegan un poco mayorcitos - a partir de un año. Tendrán ganas de explorar su entorno (o por lo menos esto esperamos). A la misma vez, tendremos los padres que trabajar mucho los lazos afectivos. Os aseguro que una casa donde no se puede tocar o donde no se puede entrar "porque no" es una fuente de estrés continua, así que, personalmente, recomiendo adaptarlo totalmente a las necesidades de un niño pequeño.


No te preocupes, con el tiempo, los hijos aprenderán a respetar las cosas. Ahora, lo más importante será disfrutar los unos de los otros, pasarlo bien y crear esos lazos sin tener que estar todo el día regañando.


Esto quiere decir guardar los objetos de valor y todo lo que se puede romper. También hay que mirar cada cuarto para detectar mesas y otros objetos con esquinas peligrosas que cortan cabezas y es bueno invertir en cerraduras para las puertas de los armarios y los cajones y comprar puertecitas portátiles para restringir el acceso de los más pequeños a zonas como la cocina y el cuarto de baño donde hay mil peligros que no se puede quitar. (Una puertecita portátil es ideal porque permite dejar la puerta de la cocina abierta mientras cocinas, por ejemplo, para que el niño siempre te puede ver - algo muy importante para un niño que todavía se siente inseguro en su nuevo entorno.)


Estas preparaciones son bastante estándar, pero luego hay otros que puede ser incluso más importante. ¿Están tus estanterías bien clavados a la pared? Acabo de volver de EE.UU. donde vi un reportaje sobre el sorprendente número de niños que mueren aplastados cada año por muebles (y electrdomésticos como hornos no bien anclados) que caen sobre ellos. Puede parecer que la estantería es más que estable, pero si un niño sube hasta arriba... Siempre he insistido en que las estanterías altas estén ancladas a la pared. Y alguna vez alguna personita ha intentado poner el sistema a prueba.

¿Tienes espejos o cuadros que se puede alcanzar desde una silla, el sofá o simplemente desde el suelo? Revísalos para asegurar que estén bien colgados y piensa en reubicarlos si un niño podría hacerlos caer fácilmente. En EE.UU. mi hermana vino a verme con sus dos niños, uno de 2 años y el otro de sólo 1 año (¡socorro!). Alquilaron una casita que tenía miles de pequeños cuadros colgados encima del sofa. Fue de risa ver como el más pequeño fue directamente por uno tras otro hasta que habíamos guardado todos (y entonces se fue en busca de otras travesuras).


Pero creo que estas adaptaciones no son suficientes porque sólo crean límites y minimizan riesgos, hace falta adaptaciones positivas. Por ejemplo, es bueno tener una o más cestas de juguetes y libros a su alcance en cada cuarto.

Para mí ha sido muy, muy útil crear un rinconcito de juegos en el salon con una alfombra, una cesta de juguetes y quizás algunos mueblecitos o almohadas grandes. Es algo que se puede recoger y guardar en pocos minutos si viene una visita y quiero recuperar el espacio. El resto del tiempo ese rinconcito sirve para jugar juntos o para que el niño se divierte bien vigilado mientras el resto de la familia sigue con sus actividades. También he notado como los niños mayores parecen más propicios a jugar con los pequeños si hay una zona habilitado para ello.


Los sonidos también forman parte del entorno. Muchos de nuestros hijos han venido de una institución donde había mucho ruido simplemente porque había muchos niños y muchas personas trabajando. Creo que incluso en las instituciones más frías donde los niños sufren castigos por hacer ruido, tiene que haber bastante ruido todo el tiempo simplemente porque hay tanta gente por medio.


Estoy consciente de que no queremos desbordar el niño con demasiadas sensaciones, pero creo que se puede utilizar sonido apropiado para hacerle sentir más cómodo. Mi favorito es poner música de niños, pero también a veces un CD con música suave o sonidos relajantes puede convenir. Esto es un aspecto del entorno que puedes preparar para luego observar como reacciona el niño.


Pienso que en muchos casos, el silencio de un hogar puede ser chocante para un niño acostumbrada a sentir un cierto bullicio en su vida diaria.

Bueno, estos son mis consejos para preparar el entorno, ¡seguro que otros padres veteranos nos pueden proporcionar más ideas e perspectivas!






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