Hablamos con naturalidad de la adopción en nuestra casa. Sé que eso es importante, pero no estoy segura de que sea suficiente.
Y es que sospecho que para las preguntas de mi hija, hay respuestas mejores y otras peores. Porque me estoy dando cuenta de que esta “búsqueda” que esta haciendo mi hija – y que se está haciendo más intenso últimamente – es crucial para la construcción de su identidad, y si es así, entonces la información que vamos proporcionando no puede sólo satisfacer su curiosidad en este momento. Tiene que ayudarla a comprender quién es a pesar de un sin fin de piezas perdidas – informaciones sobre sus orígenes que nunca podrá recuperar – y hechos difíciles de comprender, por ejemplo unos rasgos que son tan diferentes a los de sus familiares y amigas.
Así es que hace poco me hizo la difícil pregunta “Mamá ¿Por qué Soy Adoptada?” y tuve que reflexionar bastante para encontrar una respuesta que pondría un granito de arena más en el cubo de su creciente identidad.
Por eso, no me pareció bien en dejarlo una vez más en la historia de su adopción o explicaciones generales como “todos los niños nacen de la barriga de una mamá, muchos se quedan con esa mamá, pero a veces unos padres no pueden quedarse con un bebé y entonces…”
Ya se está haciendo mayor y sé que para hacer esa pregunta después de todo lo que la hemos contado hasta este momento significa que necesita ahora comprender porque ella es adoptada y los demás niños no.
Pero ¿Qué es lo que necesita saber un niño acerca del motivo de su adopción? Si no vamos a contarle los hechos de su historia, ¿Que tendríamos para contarle?
Encontré la clave en los consejos de Debbie Riley, autora de “Debajo de la Máscara – Comprendiendo a los Adolescentes Adoptados” y gran experto en los crisis de identidad por los que pueden (¿suelen?) pasar nuestros hijos.
Riley identifica seis temas que causan gran preocupación entre los adolescentes que acuden – con sus padres – a su consulta:
1. Los motivos de su adopción – el “¿Por qué soy adoptado?”
2. Falta de información o información difícil de aceptar
3. Diferencia “No me gusta ser diferente de los demás.”
4. Permanencia – “¿Será mi familia ‘para siempre’?”
5. Identidad – “¿Quien soy yo?”
6. Lealtad – “Necesito información pero no quiero hacer daño a mis padres.”
En cuanto a los motivos de la adopción, dice Riley que:
“Los niños necesitan saber que no son responsables para las decisiones que llevaron a su entrega – que la adopción ocurre como resultado de decisiones de los adultos…
“En la mente de un adolescente adoptado hay preguntas como estas: ‘¿Por qué me entregaron? ¿Había algo que me pasaba? ¿Me entregaron porque tenían problemas con la droga o porque me maltrataban? ¿Qué me dice esto de mí? ¿Por qué no podían haber hecho algo para poder cuidarme?’
…”Antes de la adolescencia, los niños adoptados tienen mucha curiosidad sobre su historia. Aunque cuestionan las circunstancias que llevaron a su adopción, la mayoría parecen aceptar las respuestas con tranquilidad si no con un poco de tristeza. A veces faltan el desarrollo cognitivo para comprender de verdad todas las ramificaciones de lo que escuchan. Algunos padres adoptivos hacen más dulce la historia o dejan fuera los detalles dolorosos.
“En la adolescencia, el tono de las preguntas cambia y asume una nueva dimensión para el adoptado. Los adolescentes exigen respuestas más profundas y basadas en los hechos, y muchas veces responden con enfado mientras reflexionan sobre su abandono. El joven ahora comprende que la mayoría de las madres aman, nutren y protegen a sus bebés. ¿Por qué no en su caso? ¿Le pasaba algo a ella? ¿Tenía él un terrible problema? Se preocupen de estas preguntas en silencio o de una forma más abierta.”
Nos puede sorprender a los padres la idea de que nuestros hijos podrían verse culpables por la separación que hubo con sus padres biológicos – que podrían llegar a preguntar si era por algo que tenía que ver con ellos.
Sin embargo, es bastante común.
Al re-leer el libro de Riley, me dí cuenta de que lo más importante a la hora de contestar la pregunta de mi hija, “¿Por qué soy adoptada?” es dejar claro una y otra vez a lo largo de su infancia el hecho de que la adopción es una decisión de adultos.
Tiene que saber que ella era un bebé precioso y bueno, que no era posible que hiciera algo para molestar a sus padres o causarles a no quererla. Tiene que saber que sus padres se enfrentaron a circunstancias más grandes que ellos y por ello tuvieron que tomar decisiones difíciles – que igual nos cueste a nosotros comprender.
Mi hija escuchó con gran interés esta nueva respuesta a su gran pregunta (la que salió por primera vez en mismo día de su sexto cumpleaños). No sé hasta que punto ha comprendido el significado de este “avance” en la información, pero parece que se ha quedado bastante satisfecha.
Por mi parte, tengo la sensación de que poco a poco estoy comenzando a ver la adopción de mi niña desde su punto de vista y no sólo desde la mía. Por mucho que me gustaría disfrutar de un cuento de hadas, reconozco que enfrentarnos juntas a la realidad enriquece mucho más nuestra relación y nuestras vidas. Así que...
Y es que sospecho que para las preguntas de mi hija, hay respuestas mejores y otras peores. Porque me estoy dando cuenta de que esta “búsqueda” que esta haciendo mi hija – y que se está haciendo más intenso últimamente – es crucial para la construcción de su identidad, y si es así, entonces la información que vamos proporcionando no puede sólo satisfacer su curiosidad en este momento. Tiene que ayudarla a comprender quién es a pesar de un sin fin de piezas perdidas – informaciones sobre sus orígenes que nunca podrá recuperar – y hechos difíciles de comprender, por ejemplo unos rasgos que son tan diferentes a los de sus familiares y amigas.
Así es que hace poco me hizo la difícil pregunta “Mamá ¿Por qué Soy Adoptada?” y tuve que reflexionar bastante para encontrar una respuesta que pondría un granito de arena más en el cubo de su creciente identidad.
Por eso, no me pareció bien en dejarlo una vez más en la historia de su adopción o explicaciones generales como “todos los niños nacen de la barriga de una mamá, muchos se quedan con esa mamá, pero a veces unos padres no pueden quedarse con un bebé y entonces…”
Ya se está haciendo mayor y sé que para hacer esa pregunta después de todo lo que la hemos contado hasta este momento significa que necesita ahora comprender porque ella es adoptada y los demás niños no.
Pero ¿Qué es lo que necesita saber un niño acerca del motivo de su adopción? Si no vamos a contarle los hechos de su historia, ¿Que tendríamos para contarle?
Encontré la clave en los consejos de Debbie Riley, autora de “Debajo de la Máscara – Comprendiendo a los Adolescentes Adoptados” y gran experto en los crisis de identidad por los que pueden (¿suelen?) pasar nuestros hijos.
Riley identifica seis temas que causan gran preocupación entre los adolescentes que acuden – con sus padres – a su consulta:
1. Los motivos de su adopción – el “¿Por qué soy adoptado?”
2. Falta de información o información difícil de aceptar
3. Diferencia “No me gusta ser diferente de los demás.”
4. Permanencia – “¿Será mi familia ‘para siempre’?”
5. Identidad – “¿Quien soy yo?”
6. Lealtad – “Necesito información pero no quiero hacer daño a mis padres.”
En cuanto a los motivos de la adopción, dice Riley que:
“Los niños necesitan saber que no son responsables para las decisiones que llevaron a su entrega – que la adopción ocurre como resultado de decisiones de los adultos…
“En la mente de un adolescente adoptado hay preguntas como estas: ‘¿Por qué me entregaron? ¿Había algo que me pasaba? ¿Me entregaron porque tenían problemas con la droga o porque me maltrataban? ¿Qué me dice esto de mí? ¿Por qué no podían haber hecho algo para poder cuidarme?’
…”Antes de la adolescencia, los niños adoptados tienen mucha curiosidad sobre su historia. Aunque cuestionan las circunstancias que llevaron a su adopción, la mayoría parecen aceptar las respuestas con tranquilidad si no con un poco de tristeza. A veces faltan el desarrollo cognitivo para comprender de verdad todas las ramificaciones de lo que escuchan. Algunos padres adoptivos hacen más dulce la historia o dejan fuera los detalles dolorosos.
“En la adolescencia, el tono de las preguntas cambia y asume una nueva dimensión para el adoptado. Los adolescentes exigen respuestas más profundas y basadas en los hechos, y muchas veces responden con enfado mientras reflexionan sobre su abandono. El joven ahora comprende que la mayoría de las madres aman, nutren y protegen a sus bebés. ¿Por qué no en su caso? ¿Le pasaba algo a ella? ¿Tenía él un terrible problema? Se preocupen de estas preguntas en silencio o de una forma más abierta.”
Nos puede sorprender a los padres la idea de que nuestros hijos podrían verse culpables por la separación que hubo con sus padres biológicos – que podrían llegar a preguntar si era por algo que tenía que ver con ellos.
Sin embargo, es bastante común.
Al re-leer el libro de Riley, me dí cuenta de que lo más importante a la hora de contestar la pregunta de mi hija, “¿Por qué soy adoptada?” es dejar claro una y otra vez a lo largo de su infancia el hecho de que la adopción es una decisión de adultos.
Tiene que saber que ella era un bebé precioso y bueno, que no era posible que hiciera algo para molestar a sus padres o causarles a no quererla. Tiene que saber que sus padres se enfrentaron a circunstancias más grandes que ellos y por ello tuvieron que tomar decisiones difíciles – que igual nos cueste a nosotros comprender.
Mi hija escuchó con gran interés esta nueva respuesta a su gran pregunta (la que salió por primera vez en mismo día de su sexto cumpleaños). No sé hasta que punto ha comprendido el significado de este “avance” en la información, pero parece que se ha quedado bastante satisfecha.
Por mi parte, tengo la sensación de que poco a poco estoy comenzando a ver la adopción de mi niña desde su punto de vista y no sólo desde la mía. Por mucho que me gustaría disfrutar de un cuento de hadas, reconozco que enfrentarnos juntas a la realidad enriquece mucho más nuestra relación y nuestras vidas. Así que...
¡Adelante! Queda mucho terreno por explorar.
5 comentarios:
En mi opinión se trata de tratar de dar respuestas cada vez más evolucionadas y que correspondan a su madurez cognitiva y emocional. Además de derochar creatividad porque a pesar de dar respuestas suelen querer más y debemos crear nuevas respuestas, aún contando lo mismo a través de la creatividad, sin mentir. Respecto a la creencia de que debieron ser malos para que lo abandonaran, creo que es interesante prevenir este sentimiento diciendo que los padres biológicos no podían ocuparse ni cuidar de ningún bebé (sin personalizar, con aquello de no podían cuidarte) por sus propias circunstancias vitales.
Aún así siempre seguirán cuestionandose y necesitarán respuestas, aun habiendo tenido muchas, porque es parte de nuestra propia naturaleza interrogativa frente al entorno y más aún en algo tan íntimo y personal como nuestra propia vida y nuestro origen. Creo que haciendo este trabajo en su niñez y adolescencia llegan a tener un mayor equilibrio eocional en la adultez y aún de no ser así, al menos la relación entre sus padres y él o ella no se ve involucrada en todo el conflicto personal del abandono. Suerte y fuerza en este precioso camino.
Laura
Ls pregunts de nuestros hijos pueden sorprendernos siempre tengas la edad que tengan. Yo todavía no he llegado a la etapa en la que estás tu porque mi niño solo tiene 2 años así que no pregunta demasiado aunque siente curiosidad y se da cuenta de que es negro y los demás somos blancos y ese aspecto ya le impulsa a hacer muchas preguntas.
Enlazo tu blog con los mios y te invito a que te pases por el mío de adopción:
http://adoptarenafrica.blogspot.com
Bicos
Fátima
"Por mi parte, tengo la sensación de que poco a poco estoy comenzando a ver la adopción de mi niña desde su punto de vista y no sólo desde la mía. Por mucho que me gustaría disfrutar de un cuento de hadas, reconozco que enfrentarnos juntas a la realidad enriquece mucho más nuestra relación y nuestras vidas. Así que...
¡Adelante! Queda mucho terreno por explorar."
Es precioso esto que dices, Brenda, porque tu hija se sentirá más acompañada en este camino de saber por qué fue adoptada, que no tiene que ser nada fácil. Nosotros solo vemos a veces que ahora tienen una familia y no se debe mirar atrás, pero para ellos saber que pasó es fundamental.
Hay que intentar ponerse en su lugar, aunque nos resulte dificil, pero quien no ha pensado alguna vez como hijo que su madre queria más a tu hermano que a ti, sintiendo un minirechazo. Y para nosotros esto seria un gran dolor, pues pensemos que no han abandonado del todo. Como nos sentiriamos?
Llorar con ellos creará un vinculo aún más fuerte, estoy segura.
Besitos
Isabel
Hola! :)
Me gustaría saber si el libro de Debbie Riley existe en español.
Muchas gracias y tu blog es muy interesante ya que estoy haciendo un trabajo de recerca sobre la adopción y me ha ayudado mucho en el tema de como afecta la adopción el en desarollo de las personas.
:)
Yo soy adoptada también, tengo ya 30 años y estoy formando una familia (casualidades de la vida, he empezado por la adopción) e intuyo, basándome en mi experiencia, que la niña está haciéndose nuevas reflexiones y buscando la palabra abandono, de ahí el matiz de por qué yo sí y otros niños no. Cuando llegamos a una determinada edad las explicaciones "sencillas" dejan de servir. Pero eso ya lo sabes...
Lo que citas del libro es muy acertado para esta nueva etapa. La falta de información sobre mi madre y sus circunstancias a mí me han podido siempre, hubiera necesitado al menos una hipótesis a mis preguntas, haciéndome ver que eran sólo suposiciones pero al menos tener "algo", no sólo mi cabeza rondando, sino un adulto interpretando estas decisiones que ellos (los adultos como dices en tu mensaje) toman a veces. Desde luego que es muy acertado que le hagas saber que no le va a volver a pasar contigo y si hace falta, hacer hincapié en las fases de entrevistas donde los profesionales te examinan para asegurarse de que van a seleccionar a unos padres aptos para que ese niño no sufra otro abandono. Así le das certeza en la relación.
Otra cosa sobre la que me parece adecuado pararse a pensar; esta reflexión le ha venido el día de su cumpleaños. Yo lo de los cumples lo comparo a saber que los Reyes Magos son los padres. Llega un día en que tu cumpleaños se vuelve un poco triste, no es que llores por las esquinas sino que a veces no estás tan contento como antes.... Es porque piensas en el aniversario de lo que ese día implica para ti, posiblemente un abandono...
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