jueves, 4 de diciembre de 2008

Como Crece el Amor

Foto: "El Amor y la compasión son necesidades no lujos. Sin ellos la humanidad no puede sobrevivir." Dalaí Lama


"No sé si sería capáz de querer a un hijo adoptado como si fuera mio."



Es un comentario que conozco bien. Normalmente presto atención a la última parte "como si fuera mio" para explicar que estos hijos adoptados son nuestros. Sin embargo, casi me parece más significativo la primera parte de la frase:

"No sé si sería capaz de querer"

Creo que es la mayor preocupación de las personas que no están muy decididas sobre una adopción. Es lo que ocurre muchas veces cuando una mujer quiere adoptar y su pareja está indecisa y creo que es lo que muchas veces motiva a los familiares y amigos a mostrarse reacios a nuestra decisión al principio.

Es la duda. Es el no saber como será el niño. ¿Que pasaría si fuera horrible? ¿Si no me quería a mí? ¿Si me rechazaba? ¿Que pasaría si no sintiera nunco el amor por ese niño desconocido que todavía no tiene cara y que no puedo imaginar?

Hace poco estaba hablando con dos mujeres que me expresaban esa misma preocupación. La verdad es que apreciaba su sinceridad y tuvimos la oportunidad de hablar a fondo sobre el tema. Intentaba explicarles que es normal sentirse así, que muchas personas experimentan esas inquietudes, pero que es algo que tiene solución.

Y es que nuestra sociedad occidental está muy desconectada con lo que realmente es el amor. Vivimos en la sombra de un cuento de hadas donde el amor es algo mágico que "ocurre" - preferiblemente a primera vista. Por un lado aceptamos que tenemos que querer a los familiares biológicos pase lo que pase mientras por otro, hay una falsa creencia de que las personas fuera de nuestro árbol geneológico o nos gustan o no nos gustan - así de sencilla.

Es una interpretación fatalista del amor donde somos peones en un complicado juego de ajedrez, esperando conocer la próxima jugada para saber como nos va a afectar: ¿seguiremos enamorados de nuestra pareja? ¿vamos a querer al niño cuando sea adolescente?

Me acuerdo que durante el proceso de adoptar a nuestra niña de China, me quedé horrorizada con el comentario de una persona que intentaba "advertirme" de que "la niña iba a crecer - y ¿entonces que?" Quiso sugerir que igual no le iba a gustar tanto ... y ¿entonces iba a dejar de quererla? Al principio, bajo los efectos del "shock" no sabía yo ni como responder, pero me acuerdo me recuperé rápidamente para decirle que el amor que siento para mis hijos sólo puede crecer con ellos...

He escrito bastante sobre el apego en la adopción, citando muchas veces el libro de Deborah D. Gray, Attaching in Adoption. El libro está escrito para aquellos casos en que una familia adoptiva experimenta problemas para crear una relación de afecto mutuo entre padres e hijos.

Desde mi punto de vista, los especialistas en apego no son más que especialistas en la creación del amor entre padres e hijos. Proporcionan todo tipo de fórmulas, adaptadas a cada edad o etapa de desarrollo para fomentar confianza y, poco a poco, verdaderos sentimientos de amor. Tengo mucho respeto para estas especialistas que quitan el misterio al amor haciendo nos ver que es algo que podemos sembrar, cultivar y hacer florecer.

Estudiando el apego en la adopción he estado más consciente que nunca que el amor es un destino y hay muchísimos caminos para llegar a ello. El camino puede comenzar con un flechazo, pero puede que no. Y realmente no importe, lo que importe es la voluntad para hacer el viaje - de poner un pié delante de otro, de ir abriendo camino paso a paso, de no rendirse nunca y de hacer todo lo necesario para llegar allí y ayudar que el otro también llega.

Demasiadas veces leyo en la literatura sobre la adopción las palabras "Dicen que el amor lo puede con todo, pero no es verdad..." y luego nos ponen alguna situación espantosa de la que los padres no sabían salir bien parados.

Pero por eso me gusta tanto el libro de Gray. Esta especialista, tan llena de optimismo y de amor, cuenta historias realmente complicadas de niños que han sufrido todo tipo de privaciones y abusos - niños que son realmente difíciles de amar, que rechazan el amor. Una y otra vez, esta especialista nos cuenta como ayuda a las familias a superar esas situaciones y conseguir cultivar el amor en la familia.


Me refiero a Gray porque la gran mayoría de los niños que adoptamos son pequeños y no van a tener esas grandes dificultades que tienen los que vienen con un historial muy largo. Y así, quiero quitar el miedo a "ser incapaz".

Todos somos mucho más capaz de lo que podríamos imaginar. Y sobre todo tenemos una gran capacidad de amar. Es algo que tenemos que transmitir a las personas que nos ven a nosotros - los padres adoptivos tan felices - como algún tipo de santos - y dudan de ellos mismos. Nosotros lo hemos hecho, pero ¿Serían capaces ellos? ¡Claro que sí!


Una vez que se aprende la verdad sobre el amor, que es algo que se puede sembrar y cultivar con grandes dosis de tiempo, atención, paciencia y buen humor, el amor deja de ser un misterio y nos abre todo tipo de horizontes en la vida.


Creo que el propio proceso de adopción sirve para perpetuar el mito tan desafortunado de que algunos son más capaces que otros para amar. Durante meses y años nos analizan desde cada punto de vista para decidir si somos capaces o no de ser padres, es decir, de querer a un hijo...


Vuelvo a pedir que ese proceso - ese largo y arduo proceso - gira alrededor de la preparación de los padres en vez de su "selección". Si todos los profesionales, tanto psicólogos como trabajadores sociales - en vez de sólo entrevistar se volcaron en formar a las personas y a hacerles ver su gran capacidad para amar y como cultivar el amor entre padres e hijo desde el primer momento e incluso bajo circunstancias complicadisimas, irían cambiando de forma radical las perspectivas de muchas personas. Esto en cambio se iría contagiando a muchas personas mas... :)




5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por este post :-)
Leerte es una alegría para el corazón y la mente

un abrazo
Roberto Pili

Bego (Much More Than I Am) dijo...

Hola Brenda,

Acabo de enterarme que han cerrado tu empresa, vaya! espero que no te afecte mucho y que , al contrario, realmente se te abran nuevos horizontes y mejores ;-) Con lo bien ques escribes creo que no será difícil para ti.

Me ha gustado mucho tu post. Yo, que sigo a la espera de asignación, a veces he tenido ese miedo a no sentir el apego, aunque estoy convencida desde hace mucho que voy a ser capaz de querer a mi hijo adoptado muchísimo y es más, siento que ya le quiero sin saber quién es. Pero en este largo y duro camino a uno le asaltan miles de dudas y miedos. Uno de ellos es ése, aunque no es el que más me ha preocupado, pero está ahí, a veces me viene a la cabeza.

Gracias por este artículo, me ayuda a matar ese miedo.

Un beso

Y mucha suerte!!!

Bego

Brenda Padilla Ericksen dijo...

Gracias a los dos por las palabras tan simpáticas.

En cuanto a mi situación laboral, la verdad es que me siento con muchísima ilusión para el futuro.

Puede que hayas notado que he abierto un blog nuevo: www.soloparamadres.blogspot.com - es informal y personal, pero viene pronto una página web con trabajos serios y bien documentados. Es un proyecto muy bonito que tendrá como protagonista las madres (pero los padres nos pueden "espiar" de vez en cuando :)

Me alegro de que el post te ayuda a vencer el miedo Begoña. La verdad es que yo también sufrí el mismo miedo. La adopción fue idea de mi marido y no sé porque, pero me entró miedo por todo. En parte creo que tenía que ver con que me encontraba tan lejos de mi familia (y tampoco tenemos cerca a la familia de mi marido). Ya con dos niñas y un trabajo me sentí al límite.

Pero es por eso que quiero tanto transmitir tranquilidad a los padres. Tengo la sensación de que si lo pude hacer yo - lo puede hacer todo el mundo. La verdad es que estoy seguro que con voluntad y una buena formación (que en mi caso lo conseguí por Internet y a través de un montón de libros muy buenos) todo el mundo puede superar cualquier dificultad que surge en una adopción.

El amor verdadera es una cosa tan poderosa... ójala que todo el mundo conociera su fuerza...

¡Ánimos!

Brenda

Brenda Padilla Ericksen dijo...

¡Gracias Luisa! Me alegro tenerte aquí en el blog. Para los demás, el blog de Luisa es www.misideascotidianas.blogspot.com

Brenda

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.