"DESAFÍO: Los ganadores deben de tener dos cosas: objetivos claros y un deseo apasionante para conseguirlos."
(Y cuando se trata de conseguir la paz entre hermanos - créeme, ¡vamos a necesitar las dos cosas!)
Los famosos celos entre hermanos afectan también a los hermanos adoptados.
Por lo que he leído, hay casos en que la mezcla de hermanos adoptados y hermanos biológicos puede ser más complicado - pero no importa la "fórmula familiar" si hay más que uno, los celos nos pueden sacar de quicio.
La buena noticia es que hoy en día hay mucha información para padres desesperados y - os juro - hay técnicas que funcionan. No 100% de las veces, pero sí pueden ayudarnos a mejorar bastante la relación entre hermanos - da igual que sean adoptados, biológicos y una mezcla de los dos. Los principios que estoy estudiando - y empleando - ahora mismo también pueden ayudar a mejorar relaciones entre primos y niños en el colegio.
Acabo de leer "Jo, Siempre Él" (disponible en español) que en inglés se titula "Hermanos sin Rivalidad". Es fantástico. Sencillo, fácil de leer y de digerir.
Por lo que he leído, hay casos en que la mezcla de hermanos adoptados y hermanos biológicos puede ser más complicado - pero no importa la "fórmula familiar" si hay más que uno, los celos nos pueden sacar de quicio.
La buena noticia es que hoy en día hay mucha información para padres desesperados y - os juro - hay técnicas que funcionan. No 100% de las veces, pero sí pueden ayudarnos a mejorar bastante la relación entre hermanos - da igual que sean adoptados, biológicos y una mezcla de los dos. Los principios que estoy estudiando - y empleando - ahora mismo también pueden ayudar a mejorar relaciones entre primos y niños en el colegio.
Acabo de leer "Jo, Siempre Él" (disponible en español) que en inglés se titula "Hermanos sin Rivalidad". Es fantástico. Sencillo, fácil de leer y de digerir.
El tema de este escrito será el trato igual entre hermanos, y para comenzar otra historia familiar.
He contado ya la historia de mi tía que fue adoptada de recién nacida. Mi madre fue una de esas sorpresas que a veces llega en cuanto una pareja haya adoptado...
Un día mi abuela me contó que a partir de cierta edad (la adolescencia, creo) empezó a apuntar cualquier cosa que comprara o pagara para mi tía o para mi madre. Veía que - sobre todo mi tía - estaba muy preocupada para que el trato entre las hermanas fuera exactamente igual y parece que sus críticas tenían un tono que sugiriera que me abuela podría querer más a mi madre por ser su hija biológica. Ante la posibilidad de que algún día mi tía podría acusarla de haber "invertido" más dinero en mi madre que en mi tía, decidió llevar todo por escrito.
Un par de detalles de interés: mi abuela fue experta en contabilidad una mujer muy cuidadosa con el dinero, mi tía fue la gran reina de los consumidores :) (y había bastante dinero por medio en esa familia). Por otro lado, mi madre fue una persona algo desinteresada por los bienes materiales (por lo menos comparada con mi queridísima tía) y no tengo dudas de lo que cuenta mi abuela: que la contabilidad siempre fue a favor de mi tía aunque a ella no le parecía así.
Llegó el día en que mi tía dijo a mi abuela que siempre daba más a mi madre y mi abuela sacó las cuentas...
¿Lo puedes imaginar?
Incluso entre hermanos adultos, los celos pueden persistir.
No sé si mi abuela hizo bien o no. Parece que ver las cuentas fue algo bastante reveladora para mí tía, algo que le dejó con la tranquilidad de que, efectivamente, el trato había sido más que justo, sobre todo desde su punto de vista...
El trato igual entre hermanos es un tema que llega a ser un poco exagerado en muchas familias, y creo que la preocupación de mi abuela para que todo, todo, todo fuera igual entre las dos niñas podría incluso haber creado el problema que acabamos de conocer: una mujer adulta que todavía sospecha que todo no fue igual.
El libro "Jo, Siempre Él" es una verdadera joya para padres y madres que están atrapados en el "juego de la (falsa) igualdad" - porque eso es lo que es - falso. Nuestros hijos son únicos y sus necesidades son únicas. Tratarles todos exactamente iguales hace que no hacemos contento a ninguno.
Dicen Adele Faber y Elaine Mazlish:
"Los niños no necesitan un trato igual sino un trato único." (Traduzco de la versión en inglés)
Este consejo - y la lección que viene con ello - hubiera sido muy útil para mi abuela, porque nos enseña como hacer que los niños comprenden que les trataremos en función de sus necesidades y no simplemente en función de lo que ha recibido su hermano.
Por ejemplo dicen:
"En vez de dar cantidades iguales - por ejemplo, 'Tomo, ahora tienes tantas uvas como tu hermana' - damos en función de lo que necesita el individuo - '¿Quieres pocas uvas o muchas?'
"En vez de demostrar que quieres igual a todo el mundo - por ejemplo, 'Te quiero igual a ti y a tu hermana' - mostramos al niño que le queremos de forma única - 'Tu eres la única tu en el mundo entero. Nunca podría encontrar a nadie exactamente como tú.'
"En vez de repartir nuestro tiempo por igual entre los hermanos - por ejemplo, 'Después de pasar 10 minutos con tu hermano, pasaré 10 minutos contigo (haciendo deberes, por ejemplo)' - repartimos nuestro tiempo según la necesidad - 'Se que estoy pasando mucho tiempo ayudando tu hermana con Lengua. Es importante para ella. En cuanto haya terminado quiero escuchar lo que es importante para tí.'"
Hay momentos en que todos los niños recibirán un trato igual, un regalo igual que su hermano, una chuche porque todos tiene una chucha. Vamos que tampoco tenemos que rechazar la "igualdad" por completo. El idea es demostrarle al niño que le apreciamos por quién es y que nos preocupa por proporcionarle todo lo que él necesita.
El otro día, tuve que comprar material escolar (¡otra vez!) para las niñas mayores y mi hija - la que nació en China - dijo enfadada, "¡Mamá! ¡¡¡Tu siempre compras a las mayores y no a nosotras las pequeñas!!!
Ufff... me dio directamente en el corazón. En ese momento comprendí a mi abuela, como debía de haber sentido. Pasó por mi mente imágenes de mi hijita de mayor acusándome de haber hecho todo por las demás sin haberle hecho suficiente caso... En ese momento confieso que quise comprarle el capricho que me estaba pidiendo, pero no lo hizo. Mi instinto me dijo que comprarle un capricho a ella simplemente porque tuve que comprar material escolar para las mayores no iba a solucionar nada.
Poco después leí "Jo, Siempre Él" y comprendí que lo que necesita mi hija no es que le compro lo que quiera, o que le compro simplemente porque le he comprado a otra hermana. Lo que me está pidiendo son explicaciones. ¿Porque compro a ellas y no a ella? ¿Que significa eso - que les quiero más?
Ahora cada vez que le compro algo a ella, le explica, "Ves, te he comprado nuevos leotardos porque es lo que tu necesitas ahora mismo. Siempre que necesitas algo, yo te lo compro. Pero nosotros no compramos cosas solo para comprar..."
Sé que la obsesión de mi abuela con "un trato 100% igual" fue muy bien intencionada. Sin embargo, es obvio que no funcionó. Lo que quiero conseguir yo es que cada llamada de "¡Injusticia!" por parte de mis hijas acaba en una conversación sobre lo que es justo para cada uno. Ellas mismas tienen que ver que un trato igual no les conviene, que sólo serán iguales a la medida que reciben un trato diferente, basado en quienes son y no quienes son sus hermanos...
He contado ya la historia de mi tía que fue adoptada de recién nacida. Mi madre fue una de esas sorpresas que a veces llega en cuanto una pareja haya adoptado...
Un día mi abuela me contó que a partir de cierta edad (la adolescencia, creo) empezó a apuntar cualquier cosa que comprara o pagara para mi tía o para mi madre. Veía que - sobre todo mi tía - estaba muy preocupada para que el trato entre las hermanas fuera exactamente igual y parece que sus críticas tenían un tono que sugiriera que me abuela podría querer más a mi madre por ser su hija biológica. Ante la posibilidad de que algún día mi tía podría acusarla de haber "invertido" más dinero en mi madre que en mi tía, decidió llevar todo por escrito.
Un par de detalles de interés: mi abuela fue experta en contabilidad una mujer muy cuidadosa con el dinero, mi tía fue la gran reina de los consumidores :) (y había bastante dinero por medio en esa familia). Por otro lado, mi madre fue una persona algo desinteresada por los bienes materiales (por lo menos comparada con mi queridísima tía) y no tengo dudas de lo que cuenta mi abuela: que la contabilidad siempre fue a favor de mi tía aunque a ella no le parecía así.
Llegó el día en que mi tía dijo a mi abuela que siempre daba más a mi madre y mi abuela sacó las cuentas...
¿Lo puedes imaginar?
Incluso entre hermanos adultos, los celos pueden persistir.
No sé si mi abuela hizo bien o no. Parece que ver las cuentas fue algo bastante reveladora para mí tía, algo que le dejó con la tranquilidad de que, efectivamente, el trato había sido más que justo, sobre todo desde su punto de vista...
El trato igual entre hermanos es un tema que llega a ser un poco exagerado en muchas familias, y creo que la preocupación de mi abuela para que todo, todo, todo fuera igual entre las dos niñas podría incluso haber creado el problema que acabamos de conocer: una mujer adulta que todavía sospecha que todo no fue igual.
El libro "Jo, Siempre Él" es una verdadera joya para padres y madres que están atrapados en el "juego de la (falsa) igualdad" - porque eso es lo que es - falso. Nuestros hijos son únicos y sus necesidades son únicas. Tratarles todos exactamente iguales hace que no hacemos contento a ninguno.
Dicen Adele Faber y Elaine Mazlish:
"Los niños no necesitan un trato igual sino un trato único." (Traduzco de la versión en inglés)
Este consejo - y la lección que viene con ello - hubiera sido muy útil para mi abuela, porque nos enseña como hacer que los niños comprenden que les trataremos en función de sus necesidades y no simplemente en función de lo que ha recibido su hermano.
Por ejemplo dicen:
"En vez de dar cantidades iguales - por ejemplo, 'Tomo, ahora tienes tantas uvas como tu hermana' - damos en función de lo que necesita el individuo - '¿Quieres pocas uvas o muchas?'
"En vez de demostrar que quieres igual a todo el mundo - por ejemplo, 'Te quiero igual a ti y a tu hermana' - mostramos al niño que le queremos de forma única - 'Tu eres la única tu en el mundo entero. Nunca podría encontrar a nadie exactamente como tú.'
"En vez de repartir nuestro tiempo por igual entre los hermanos - por ejemplo, 'Después de pasar 10 minutos con tu hermano, pasaré 10 minutos contigo (haciendo deberes, por ejemplo)' - repartimos nuestro tiempo según la necesidad - 'Se que estoy pasando mucho tiempo ayudando tu hermana con Lengua. Es importante para ella. En cuanto haya terminado quiero escuchar lo que es importante para tí.'"
Hay momentos en que todos los niños recibirán un trato igual, un regalo igual que su hermano, una chuche porque todos tiene una chucha. Vamos que tampoco tenemos que rechazar la "igualdad" por completo. El idea es demostrarle al niño que le apreciamos por quién es y que nos preocupa por proporcionarle todo lo que él necesita.
El otro día, tuve que comprar material escolar (¡otra vez!) para las niñas mayores y mi hija - la que nació en China - dijo enfadada, "¡Mamá! ¡¡¡Tu siempre compras a las mayores y no a nosotras las pequeñas!!!
Ufff... me dio directamente en el corazón. En ese momento comprendí a mi abuela, como debía de haber sentido. Pasó por mi mente imágenes de mi hijita de mayor acusándome de haber hecho todo por las demás sin haberle hecho suficiente caso... En ese momento confieso que quise comprarle el capricho que me estaba pidiendo, pero no lo hizo. Mi instinto me dijo que comprarle un capricho a ella simplemente porque tuve que comprar material escolar para las mayores no iba a solucionar nada.
Poco después leí "Jo, Siempre Él" y comprendí que lo que necesita mi hija no es que le compro lo que quiera, o que le compro simplemente porque le he comprado a otra hermana. Lo que me está pidiendo son explicaciones. ¿Porque compro a ellas y no a ella? ¿Que significa eso - que les quiero más?
Ahora cada vez que le compro algo a ella, le explica, "Ves, te he comprado nuevos leotardos porque es lo que tu necesitas ahora mismo. Siempre que necesitas algo, yo te lo compro. Pero nosotros no compramos cosas solo para comprar..."
Sé que la obsesión de mi abuela con "un trato 100% igual" fue muy bien intencionada. Sin embargo, es obvio que no funcionó. Lo que quiero conseguir yo es que cada llamada de "¡Injusticia!" por parte de mis hijas acaba en una conversación sobre lo que es justo para cada uno. Ellas mismas tienen que ver que un trato igual no les conviene, que sólo serán iguales a la medida que reciben un trato diferente, basado en quienes son y no quienes son sus hermanos...
7 comentarios:
muy bueno este articulo, aunque lo sepamos y lo tengamos presente en muchas ocasiones, hay otras muchas que se nos olvida, y caemos en la trampa de comprarles aunque no sea su momento y no lo necesiten.
es bueno recordarlo.
un abrazo
Me interesa mucho el tema, si todo sale bien en poquito tiempo tendré cuatro hijos, cuatro hermanitos y para darte una imágen de lo que siento a veces pienso en el primer encuentro, en cómo hacer para que ninguno pueda sentirse desplazado , quisiera abrazarlos a los cuatro juntos, o quizás poder tener en ese instante la capacidad de darme cuenta como vive cada uno ese primer momento.
Ya te contaré como es encontrarse con cuatro hijos al mismo tiempo y buscaré este libro , me parece muy bueno el planteo , no lo había pensado desde ese punto de vista y me parece muy enriquecedor para los niños y mucho mas relajado para los padres. Si uno puede transmitir elconcepto de las necesidades de cada uno , creo que además los nenes pueden comprender lo que significa la empatía y el respeto .
Lo intentaré ...
Besotes, gracias por la información y por tu post.
Besotes.
Silvana,
Comprate ese libro y muchos más :)
Es tan bonito la familia que estás a punto de formar pero sólo tengo que pensar en la cansada que yo estaba con la llegada de dos pequeñas a la vez (con dos más de 5 y 8 años). Fue un cansancia que nunca había conocido antes.
Todo era tan bonito, pero agotadora tanto físicamente como emocionalmente. Creo que este libro puede servirte muchísimo. De todas formas voy a seguir comentando los principios del libro aquí en el blog...
Un beso
Brenda
(Y "Trasgu" ¡Gracias por el comentario también. Ya te llamaré :)
Brenda...tu articulo es genial,me encantaria conseguir el libro para poder leerlo. En mi familia fuimos cuatro hermanas mujeres y la verdad es que si bien mis padres fueron sumamente practicos a la hora de las reparticiones, no por eso desaparecieron los celos (especialmente de una de mis hermanas)las demás asumimos que se nos daba precisamente lo que necesitabamos,hoy en día todas estamos casadas, y mi hermana en cuestión sigue considerando que a su hijo lo miman menos que a los otros nietos, que los regalos son distintos, etc.
Quiero tener una familia numerosa y lograr cierto equilibrio...creo que ese libro me va a servir. Muchisimas Gracias por el dato.
Es gracioso ¿no? Como los hermanos siguen con celos incluso de mayor.
El libro trata esa tema compartiendo historias basadas en casos reales. Te ayuda a comprender la importancia de no caer en unas trampas muy comunes.
¡Suerte!
Brenda
Me interesa mucho este tema porque mi hija adoptiva de 9 años tiene bastantes celos de su hermano de 6 (este biològico) siempre les hemos explicado que cada cual tiene lo que en ese momento necesita. Más que por cosas materiales es por atenciones. Esta mañana el pequeño tenía una herida en la rodilla y mientras le ponía una tirita para que no le rozara el pantalón, ella me miraba triste. Le dije: ¿Quieres que a tí también te ponga una tirita? creo que se ha dado cuenta de que no correspondía. Se ha quejado de que yo estaba vistiendo al pequeño (estaba muerto de sueño y le he puesto los pantalones) le dije ahora él se pondra la camiseta. ¿Quieres que te vista a tí? le daba vergüenza y ha comentado su desaprobación con que su hermano es mayor y debería vestirse solo. Lo hagas cómo lo hagas es difícil que no tengan esa percepción. Mi hermana de 38 años sigue teniendo celos de mi hermano de 33, así que... No sé...
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