martes, 13 de mayo de 2008

¿Un Tabú de la Adopción?

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Este es una de las temas más difíciles de la adopción. En algunos círculos es todavía un tabú.

Sin embargo, pienso que es bueno sacarlo a la luz porque ya se reconoce en muchos ámbitos, sobre todo en las asociaciones de adoptados que quieren cambiar las leyes - por ejemplo en los E.E.U.U., donde están trabajando en muchos estados para ganar acceso a documentos como el certificado de nacimiento, con datos que les podrían ayudar a encontrar a sus familiares biológicos.

Hablan de la adopción en forma de triángulo con los padres adoptivos, los hijos y los padres biológicos - cada grupo en su punto. Es la relación que podríamos ver entre las personas más intimamente relacionadas con cada adopción.

Lo que puede crear alguna controversia es el idea de posicionar a los padres adoptivos en la cima del triángulo para representar el poder que tienen en la relación.

Pienso que este modelo tiene sus pros y sus contras.

Por un lado, parece que en un contexto histórico, es bueno que los padres adoptivos hoy en día se dan cuenta del poder que tradicionalmente hemos tenido en la relación adoptiva, para no repetir los errores del pasado.

Tradicionalmente, en el occidente (y esto persiste en muchos lugares hoy en día) los padres adoptivos han sido los que deciden todo - desde el niño que van a adoptar, hasta la información y contacto que puede haber entre sus hijos y los familiares biológicos. Mientras tradicionalmente los padres biológicos han sido personas en apuros sin opciones y los hijos han tenido que aceptar que otros han decidido por ellos y controlarán para siempre información que les puede parecer clave para el desarrollo de su identidad y su sensación de ser una persona completa.

Pienso que es bueno que los padres adoptivos reflexionamos sobre este punto de vista. Hoy en día la cosa ha cambiado un poquito con la adopción internacional y la sensación de muchos padres adoptivos que nosotros también estamos al merced de fuerzas mayores que limitan nuestro acceso a información y personas claves en la vida de nuestros hijos...

Sin embargo, seguimos con un poder importante sobre la imagen que nuestros hijos vayan desarrollando de su primera familia, su orginal contexto social, su país natal quizás. Nuestras palabras, actitudes, gestos, interéses, ideas, opiniones, tonos de voz - todo cuenta. Tenemos el poder de crear miedo, odio, resintimientos. Con nuestra desaprobación de los comentarios o preguntas de nuestros hijos, podemos hacer que cualquier duda o muestra de dolor se queda sin expresarse, manteniendo así un ambiente de paz y felicidad falso en el hogar - algo que ya sabemos es dañino para la persona que tiene inquietudes.

Creo que en este contexto, puede que sea útil pensar en la adopción en términos de poder - para no abusar de nuestra posición, para ser justos con todos los miembros del triángulo. Somos los padres y tenemos autoridad sobre nuestros hijos, pero no debemos utilizar esa autoridad para privarle de lo que les pertence.

Por otro lado, creo que el modelo del "triángulo de la adopción" puede suponer algún peligro para nuestros hijos y para sus padres biológicos. Y es estas perspectivas acerca del poder (real o imaginado) puede hacer que se convierte en "víctima" de la vida, de las circunstancias, del destino - de lo que sea.

Es un camino sin salida. Todo el mundo se enfrenta a circunstancias de la vida sobre las que no parece tener ningún control o poder. Lo importante es aceptar lo que no podemos cambiar y centrarnos totalmente en lo que sí podemos hacer.

He leído muchos relatos de madres biológicas apenadas por la pérdida de sus hijos. Las que se ven como víctimas de la sociedad, sus padres, los trabajadores sociales fácilemente acaban amargadas.

En cambio, hay una mujer que surge de vez en cuando en mis lecturas. Es una mujer fuerte y decidida que explica que ha decidido ser felíz por su propio bien y por lo de su hijo - por que si algún día le localize, quiere que le encuentre bien - que tiene algo que ofrecerle. Eso es poder.

Y leyendo las historias de los hijos adoptados ocurre algo parecido - hay los que se amargen o se obsesionan buscando algo que a veces sencillamente no es posible encontrar y hay los que hacen las paces con su vida, su historia, la falta de información o una información desagradable quizás y optan por vivir, por disfrutar de su vida y aprovechar todas las oportunidades para ser feliz. Eso es poder.

(Con esto, no quiero minimizar el dolor de una madre que ha tenido que entregar a su hijo o de cualquier sentimiento que puede experimentar alguno de nuestros hijos adoptados a lo largo de su vida.)

Así que pienso que el tríangulo puede ser interesante en un principio para comprender algunos aspectos de la relación entre los tres partidos que participan en una adopción - para hacernos mas comprensivos los unos de los otros. Pero nunca se debe utilizar como excusa para sentirse víctima.

Además, hay que recordar siempre que el poder que podría representar el triángulo es sólo una interpretación entre muchas. Igual de válido es ver ese triángulo como una vinculación permanente entre personas que tienen un proyecto común. También igual de válido es dejar que el triángulo simboliza lo mucho que puede cambiar nuestras perspectivas sobre la adopción cuando esté visto desde otro "ángulo".

Y vosotros ¿que pensáis?
Nota:
Para amplicar este tema, yendo más allá del triángulo y mirando como las personas adoptadas pueden ver los poderes que afectan su vida, hay un libro editado sólo en inglés: "Los de Fuera desde Dentro - Escritos sobre la adopción transracial". Tiene muchos autores - creo que todos adoptados. Es realmente una exploración de la falta de poder o control que se sienten algunos adoptados adultos y - como algunos de ellos han encontrado la manera de tomar las riendas de su situación y crear algo positivo - por ejemplo organizaciones que luchan por sus derechos o ayudan a los adoptados a conocer los orígenes perdidos.

2 comentarios:

L'AUTORA dijo...

Creo que el pasado de nuestros hijos les pertenece. Encuentro normal que nuestros hijos adoptados sientan curiosidad por sus "padres" biologicos, por sus progenitores y expresen el deseo de conocerles. Como madre adoptiva creo que tengo la obligacion de acompañar a mis hijos en su busqueda y brindales todo mi apoyo en ese empeño. No me siento dolida porque quieran conocer sus origenes y a su familia biologica. Es más creo que es sano que así lo sientan y estoy muy contenta que lo verbalicen en casa, que lo cuenten. Me preocuparia mucho que lo desearan y no dijeran nada para no herirnos. El triangulo existe y es más saludable tenerlo presente y acompañar a nuestros hijos en su camino por la vida y dotarlos de recursos para que asuman su historia (nuestra historia) y sean felices.
Mercè

Brenda Padilla Ericksen dijo...

Gracias Mercé,

Lo que has dicho: "El triángulo existe" es clave, creo yo.

Pienso que los padres adoptivos nos dividimos entre los que reconocen el triángulo, es decir la relación entre no sólo nosotros y nuestros hijos sino también nosotros los padres biológicos - y los que niegan su existencia.

Esto genera dos actitudes muy distintas con resultados muy diferentes.

Siento igual que tú - que quiero acompañar a mi hija en su búsqueda.

Gracias por tu colaboración con el blog.

Brenda