sábado, 11 de junio de 2011

Explicando lo Inexplicable

¿Hay de verdad un hilo rojo que une a todas las personas que tienen que estar juntos?


¿Puede ser que nuestras asignaciones nacen de la misteriosa mano del destino con el fin de asegurar que estemos - padres e hijos adoptivos - juntos?


The Willow Tree (Los Sauces) es otro documental del Dr Changfu Chang. Es la historia de Bonnie Ward, madre soltera de dos hijas nacidas en China. La historia de esta familia contiene muchas "casualidades" inexplicables: que Bonnie compró un libro infantil chino relacionado con el sauce antes de iniciar la adopción y sus hijas vienen de un lugar donde hay un lago rodeado por sauces, que a su hija mayor siempre le ha encantado los sauces... Es como si todo encajara. Luego está la "presencia" de la hermana mayor de Bonnie que murió antes de poder llevar a cabo una adopción. Bonnie siente la mano de su hermana en la creación de su familia, como si le estuviera inspirando para ir a adoptar primero a su hija mayor, luego a la pequeña... que luego cuando conoce que las dos niñas son hermanas biológicas además de hermanas por adopción, es como la última gota que colma el vaso.

Está claro a lo largo del documental que Bonnie está convencida de que el destino le haya unido con sus hijas, que no podría haber sido de otra manera y que - de alguna manera - su hermana está guiando el proceso desde el más allá.

Confieso que me interesa este tipo de experiencia, pero que no me quedo del todo convencida. Por un lado también siento que no hay casualidades en la vida, sobre todo cuando todo se encaja como las piezas de un puzle. ¿Pero cómo explicarlo cuando no es así?



El rabino Harold S Kushner tuvo que enfrentarse con ese problema. Es el autor de "Cuando a la Gente Buena les Pasa Malas Cosas." Durante muchos años consolaban a los que habían sufrido una desgracia diciendo que tenían que intentar ver la mano de Dios en aquello y aprender a aceptar su destino o captar el mensaje etc. - hasta que un día el inexplicable le tocó a él: su hijo pequeño fue diagnosticado con una enfermedad rar. Iba a morir a los pocos años - pero no antes de sufrir.

De repente, todas las explicaciones de Kushner para lo inexplicable no tenían sentido.

Kushner se centra en tragedias - en como explicar tragedias, pérdidas o desgracias inexplicables - pero pienso que su filosofía nos puede servir para reflexionar sobre cualquier cosa inexplicablque nos ocurre, bueno o malo.

Las explicaciones de Kushner giran alrededor de Dios. Los que no creen en dios, tienden a pensar más en explicaciones como el hilo rojo, el destino, el universo, la energía positiva o negativa... Pero lo cierto es que queremos una explicación para las cosas que nos pasan. No queremos aceptar que quizás haya cosas inexplicables. Sobre todo en nuestras relaciones, sobre todo en nuestras familias. Necesitamos sentir que lo nuestro está escrito en las estrellas.



¿Pero cómo lo podrían interpretar nuestros hijos?

¿Nacieron destinados para ser separados de sus padres biológicos? Si vienen de otro país ¿Por qué? Si estaban destinados para estar con nosotros, entonces ¿Quién nació en el país equivocado - ellos o nosotros? Si sufrieron abusos, privaciones, traumas - ¿Fue parte del plan? ¿El plan de quién?

Hace pocos años la sobrina de dos años de una amiga mía en EE.UU. murió en circunstancias más que trágicas: fue arroyado por accidente por su hermana mayor que acababa de aprender a conducir. Sus padres que son profundamente religiosos lo explicaron a los demás hermanos (testigos de la tragedia) que era la voluntad de Dios - y lo tenían que aceptar así.



Mi amiga (que no comparte las ideas de su hermano - el padre) me preguntó indignada - y entre lágrimas - "¿Qué imagen tendrán esos niños de Dios? ¿Cómo le se siente la que iba conduciendo? ¿Qué fue la arma de Dios para matar a su hermanita?"

Puede que parezca conveniente explicar lo inexplicable en términos místicos, pero quizás estas explicaciones puedan volver en nuestra contra - incluso cuando queremos explicar cosas que nos son inexplicablemente buenas...

Cuando achacamos nuestra relacion adoptiva al destino o la voluntad de dios - a veces me pregunto: ¿Puede que nuestros hijos algún día se preocupan por su relación con el destino o con dios? ¿Pueden sentirse especialmente señalados, tocados, elegidos por el destino o por dios, por haberse experimentado un comienzo tan distinto a lo de los demás? ¿No se van a preguntar por qué fue su destino separarse de su familia original mientras que los demás niños se quedan allí donde nacieron, con sus familias de origen?

No tengo respuesta a todas estas preguntas. Leyendo sobre adopción, sobre todo escritos en primera persona hechos por personas adoptadas, encuentro de vez en cuando a alguien que esté bastante fastidiado con las explicaciones religiosas de sus padres adoptivas, pero no sé si lo mismo se puede aplicar a nuestras especulaciones sobre el destino.

Me gustan bastante las conclusiones de Harold Kushner - y creo que se pueden traducir en términos no religiosos también. Él concluye que Dios no es la cuasa del mal (y quizás podríamos añadir aquí del bien tampoco), pero que una vez que haya ocurrido algo, está allí para acompañarnos. Su lógica es que si Dios se metiera en cada situación para permitir o no permitir que una o otra cosa ocurriera, entonces no seríamos libres. Dios, según este rabino, eligió hacernos libreos, lo cual significa que podemos sufrir una desgracia (o - digo yo - una bendición) por cualquier motivo - provocado por nosotros, por otros, por el ambiente, los genes, lo que sea. La clave está en lo que ocurre después, cuando Dios promete estar siempre a nuestro lado y, en el caso de sufrir una desgracia, estar allí para ayudarnos, consolarnos, apoyarnos.

Dicho de otra manera - para los no creyentes (que quizás sospechan de la existencia de alguna fuerza o energía misteriosa) - podríamos decir que las cosas ocurren por muchos motivos, a veces simplemente porque sí, a veces provocados por alguién o algo tangible. Pero a partir de allí puede haber algo más, un hilo rojo, una ayuda invisible, una guía... quién sabe qué. Algo que no comprendemos que hace que ocurran cosas que no parecen "al azar" le toca el mismo orfanato y dos niñas que resultan ser hermanas biológicas).

De todas formas me parece que a la medida que nuestros hijos vayan creciendo, esto es un tema más para hablar con ellos - no sólo para decirles lo que pensamos nosotros, sino para saber que piensan ellos, como les hace sentir la noción de que su separación de su familia biológica podría haber formado parte de su destino o de otro modo, qué les parece que podría haber pasado simplemente porque sí y que después podrían haber llegado a nuestra familia y no a otra por fuerzas mayores que no comprendemos.


Y hay otra cosa que se me ocurre cuando hablamos del hilo rojo, la mano de Dios o de otra fuerza mayor en la adopción. ¿Cómo entonces explicamos los inexplicables casos de niños adoptados por padres que les maltratan o incluso que les matan? Ha ocurrido más de una vez. ¿También se puede explicar en términos del destino? ¿Dónde estaba el hilo rojo? ¿O es que el hilo rojo te puede unir también con la gente equivocada o te puede llevar a la ruina?



Cuando hablamos de posibles fuerzas mayores en la adopción, creo que tenemos que tener cuidado. Tenemos que hacerlo siendo conscientes de que se puede interpreter este tipo de "lógica" de muchas maneras. Debemos de pensarlo mucho, mucho y estar preparados para hablar desde diferentes puntos de vista - el de nuestros hijos, el de sus padres biológicos, el nuestro... y debemos de considerar toda manera de implicaciones.

El hijo rojo es un concepto muy bonito. También lo es la mano de Dios para muchas personas. Sin embargo, la vida es muy compleja y en realidad, no se puede explicar con frases hechas, ni a través de conceptos simples.


¿Por qué estamos juntos?


¿De verdad se puede explicar? o ¿Sólo se puede especular?


Más importante quizás que buscar un motivo más allá de nosotros es la oportunidad que tenemos cada día para elaborar esta historia para que tenga todo el sentido que necesita.




























4 comentarios:

V dijo...

Mi hija me preguntaba bastante porque la habia adoptado a ella, porque no quise tener un bebé de mi panza (en sus propias palabras)yo le decía que nunca quise tener un bebé y siempre supe que iba a "encontrar" a mi hija y realmente así fue... la vi y supe que era ella. No se parece para nada a mi en lo físico pero todos dicen que es identica a mi en personalidad.

Anónimo dijo...

Querida Brenda,

siempre lo haces muy bien, pero algunas veces lo bordas!

En mi familia no hay creyentes. Mi abuela cree en los refranes:"hay quien nace con estrella y quien nace estrellado".

A priori es una verdad como un templo, pero si mi hija pudo haber nacido estrellada (abanadono, institucionalización etc) yo no puedo dejar de ver en ella una gigante estrella (por sus potenciales como ser humano).

Nunca he creído tampoco en el Hilo Rojo. Siempre pensé que las personas que adoptamos lo que tenemos es fe en la humanidad porque pensamos que cualquier ser humano es, como poco, igual de bueno que nosotros.

El Hilo Rojo es muy bonito, teatral y fácil de explicar. Pero yo tampoco se lo he explicado nunca a mi hija. No fue el Hilo Rojo, fue la vida. La que unas veces te da y otras te quita y cuando las cosas son demasiado dolorosas lo mejor que te puede pasar no es tener un Dios ni una fe, es tener a un ser humano al lado que te quiera... y creo que precisamente nuestras hijas, eso lo saben, lo llevan grabado en el alma desde bebés.

Y la maravilla de la vida es que cuando alguien te ha querido mucho y ha pasado el suficiente tiempo contigo, siempre te acompanyará, aunque no esté, estará. Eso se llama memoria, la memoria emocional no se pierde nunca, ni con Alzheimer...por algo será.

Sí, algunas veces la vida es inexplicablemente maravillosa o todo lo contrario. Creo que es una suerte tener alguien/algo por quien dejarte acompanyar, pero más suerte si ese alguien es de carne y hueso y te puede tocar!

Besos
Eva DE

Anónimo dijo...

Fe religiosa, pensamiento mágico, ateismo militante, esoterismo... ¡son tantas las formas de ver la vida para explicarnos los por qués¡. Parece ser que el hombre para poder aprehender la realidad externa y su realidad interna se ayuda de símbolos o métáforas... no sé.
Mi hija cree em los reyes magos, en el ratoncito Pérez, en el hilo rojo y no me deja decir que las hadas no existen... porque dicen que si lo dices una hada muere.
Su mundo de ensueño no le impide tener muy muy claro que fue abandonada y le duele mucho...muchísimo, y necesita explicaciones imposibles... Aún así o quizás por ello Magia e infancia... personalmente voto por ello.

Anónimo dijo...

Querida Brenda:

Me encanta pasarme de vez en cuando por tu blog porque siempre consigues darle un enfoque distinto a los temas que tratas. Me haces encontrar nuevos puntos de vista desde los que reflexionar. Gracias a ti estoy adquiriendo muchos recursos para enfrentarme a las temidas preguntas, que aún no han llegado pero llegarán...

Al principio, a mi hija nacida en China le decíamos que "la cigüeña se equivocó" (y confieso que yo llegué a creermelo también). Pero pronto esta explicación empezó a parecer demasiado fantasiosa y, como no soy creyente, me había quedado sin alternativas para el porqué. Este post me abre nuevos caminos. Muchas gracias una vez más.

Pepa