jueves, 10 de junio de 2010

La Familia Perfecta

Imágen de Allposters.es:
"No tengas miedo de la perfección, nunca lo alcanzarás." Dalí



Estoy re-leyendo el libro "Talking with Young Children about Adoption" (Hablando de la Adopción con los Niños Pequeños - sólo en inglés) por Mary Watkins y Susan Fisher en busca de materia para un proyecto...




Es uno de los libros mas reconfortantes que tengo sobre la adopción porque las dos autores son madres adoptivas y también especialistas. Watkins es doctora de psicología clínica y Fisher es médico y psicoanalista. Pasan mucho tiempo revisando las investigaciones sobre la adopción para revelar los muchos fallos que hay: la falta de objetividad, lo pequeño que han sido muchos de los estudios y lo difícil que es estudiar el ser humano porque es imposible controlar los miles de factores que intervienen en la vida de cada uno.



Para que los padres y las madres podemos hablar con más confianza y seguridad sobre la adopción, ellas creen que es importante equiparnos no sólo de información, sino de actitudes. Dicen que si creemos que la adopción en sí es problemática o difícil, esto afectará el mensaje que transmitimos a nuestros hijos. Así que entre las muchas preguntas que contastan, tenemos: ¿Es más probable que mi hijo será infeliz o sufrir problemas emocionales porque es adoptado?



Reconocen que los niños y jóvenes adoptados utilizan más los servicios de salud mental que los no adoptados, pero dicen que esto puede ser a raíz de que sus padres suelen ser bastante cultos con un nivel de formación alta, lo cual hace que sean más abiertos al uso de estos servicios y también que estén más alertos a la hora de detectar posibles problemas y buscar ayuda. Además el mismo proceso de adopción hace que estemos más familiarizados con este tipo de servicios que otros sectores de la población.



Pero, hay otros factores que podrían llevar a un niño adoptado a la consulta de un psicólogo - sin que tiene que ver directamente con su experiencia personal de ser una persona adoptada sino con la forma en que su familia vive su adopción. Y esto es un tema muy sensible para todos nosotros.



Todos queremos ser padres y madres perfectos. Además, basándome en mi propia experiencia, diría que la sociedad espera la perfección de nosotros. Esto digo porque si me sentía la necesidad de ser una muy buena madre antes de adoptar, os puedo asegurar que pude detectar un cambio importante después. Me sorprendió la forma en que muchas personas me miraban, me hablaban y me trataron cuando iba por el mundo con mi hija adoptada. Era obvio desde el primer momento que para los demás, mi hija no es una más - para muchos es una obra de caridad. Yo tampoco soy una madre más - ahora debo de ser una santa. Desde las madres que me elogiaban por "la buena obra" que estaba haciendo, hasta la dependiente de la papelería que insistió en darme un "descuento solidario" (mirando directamente a la niña como si fuera una refugiada recién llegada), el mensaje era muy claro.



Entonces ¿Que pasa si no somos "La Familia Perfecta"? ¿Que pasa si somos simplemente gente normal y corriente que quiere formar una familia como todo el mundo? ¿Que pasa si no alcancemos este ideal que nos proyecte la sociedad?



"Las familias adoptivas tienen derecho a experimentar los mismos problemas humanos que las familias biológicas, y seguro que los experimentarán."



¡Que alivio! Los doctores Watkins y Fisher - como las buenas madres que son - reconocen que somos seres humanos como los demás. Creo que sobre todo para las madres, que nos solemos ocupar del perfeccionismo en la familia, es importante saber que podemos ser como todas las demás. Podemos tener nuestros días buenos y también los malos, y que podemos tropezar con importantes dificultades como cualquiera.



Sin embargo, y esto es la parte más difícil de asumir, Watkins y Fisher quieren que sepamos que algunos problemas - igual que algunos problemas que tienen los padres y las madres biológicos - pueden crear problemas para nuestros hijos. Por ejemplo, el no haber resuelto problemas nuestras alrededor de la adopción misma, por ejemplo:

-nuestras actitudes hacía la adopción (ver lo como "arriesgado")
-dificultades para aceptar la falta de lazos genéticos
-no sentirnos "padres verdaderos" en pleno derecho de ejercer nuestra autoridad como padres*



Estos y otros factores y actitudes podrían llevarnos a sentir inseguros, inferiores y defectivos y así resultar en rechazo o sobreprotección o sobre-consentimiento o una falta de apego que sí podrían contribuir a problemas emocionales, sobre todo en niños adoptados que ya tienen sufiecientes asuntos para solucionar sin que añadimos más.



"Pero esto no es nada distinto de lo que ocurre en una familia biológica en la que los padres tienen problemas emocionales alrededor de asuntos como el autoestima, la separación entre individuos y el reconocimiento de diferencias." (Watkins y Fisher - cursiva y negrita mía)



Personalmente, pienso que el mito de "La Familia Perfecta" que la sociedad ha creado alrededor de la adopción, nos puede hacer mucho daño a todos. Y nos puede distraer de lo que realmente importa: mirarnos en el espejo como deben de hacer todos los padres cada día para ver lo que hay allí y hacer lo mejor que podemos para solucionar cada cosa en su momento.



Si algo nos hace sentir inseguros, inferiores o de alguna manera defectuosos como padres, debemos tratar con ello cuanto antes. Porque, como todos los hijos, los nuestros necesitan padres y madres que se sienten en su pleno derecho para marcar límites, imponer consecuencias cuando sea necesario y recordarles quien es el jefe (o la jefa) en momentos claves.



Por muy difícil que es reconocerlo (sobre todo cuando estás haciendo un trabajo tan importante como criar a una familia) la perfección no existe. Si sentimos una presión para ser familias perfectas y modélicas - para merecer los "descuentos solidarios" y los elogios de algunos - creo que lo mejor es resistir y recordar que somos seres humanos. Estamos en un camino largo - a veces bonito, otras veces llena de piedras - y los sentimientos como inseguridad, inferioridad o de ser padres defectuosos - no son más que señalización en nuestro camino dirigiéndonos hacía un mejor destino. ¡Que tampoco será la perfección! Pero sí, el amor y el cariño que ofrece cualquier una familia abierta y unida.



*Watkins y Fisher sólo utilizan como ejemplo la falta de resolución alrededor de problemas de infertilidad. He querido utilizar otros ejemplos porque creo que muchas veces la literatura sobre adopción se enfoque demasiado en la infertilidad sin reconocer que hay muchas otras cosas que pueden obstaculizar la relación que tenemo con nuestros hijos. Los ejemplos que utilizo aquí vienen de otras lecturas y experiencias.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo acepte o no, las familias adoptivas y nuetros hijos somos observados de forma especial por el entorno. Por ejemplo, lo que se considera normal en un niño (pataletas, agresividad, ser mimoso,..) es analizado, interpretado y juzgado de una manera distinta si el niño es adoptado y/o de diferente etnia. Lo complicado, para mi, es no dejarme influenciar y presionar por esos ojos que prejuzgan. Es complicado, porque a veces esta "presión" nos lleva a exigirnos ser perfectos, a intentar controlarlo todo. Y a veces esta exigencia nos lleva a presionar a nuestros hijos.

Lyd dijo...

Sí que es complicado no dejarse presionar como decís y no sólo eso. Todo el mundo a tu alerededor (familia, por ejemplo) se cree con derecho a opinar o incluso a decidir sobre nuestr@ hij@ como si sus padres no fueran lo suficientemente padres para saber cómo ejercer. Es muy muy difícil explicar a quien no lo entiende que somos PADRES, que nos duelen nuestros hijos como si hubieran salido de nuestras entrañas (y de algún lugar en nuestro interior sí han salido) y que en ese sentido no somos diferentes. Somos padres con todo lo que eso conlleva y esas actitudes nos hacen a veces, es cierto, exigirnos más o intentar demostrar lo buenos padres que somos, lo bien que sabemos superar las dificultades, entender a nuestro hijo...
Y no... no somos perfectos ni tenemos que demostrarlo... somos padres, imperfectos sí, pero MADRE y PADRE.

laura dijo...

Es verdad, pienso que se les exige más a los padres adoptivos. El otro día alguien me dijo a raiz de un problema con un niños adoptado en el que la madre tiene que ver, ¿quien sabe cual fue la motivacion de esta señora? y fue un profesional...
Mi respuesta fue simple, es verdad; ¿quien sabe de las motivaciones de todos los padres; adoptivos y biológicos?
Evidentemente no siempre son las correctas, pero observo cada día que las de los padrea adoptivos en general son muy dignas y por eso acuden antes a buscar nuestra ayuda.
Bueno tenemos que demostrar más y prepararnos más, pero esto es bueno para nuestros hijos; eso pienso y compruebo.
un abrazo
laura

Anónimo dijo...

Y a parte de los anteriores comentarios con los que se siento empatía agregar este:
El que no te reconozcan maternidad alguna por no haber parido a tu hija/o.

Esto también sucede y a mi me sucede con familiares muy muy cercanos.

Esto duele.

Un beso y Brenda, enhorabuena¡y gracias. Como siempre tan acertada.

Maria José

Papito dijo...

Grácias por este artículo. En mi caso, la perfeccionisma y la presión están dentro de me.