martes, 16 de diciembre de 2008

Hablar de Adopción - Un Caso Real

Foto de Allposters.es

Hablar de la adopción es uno de los temas más votados en la encuesta que tengo en la parte izquierda de este blog.

Comprendo que es un tema que preocupa porque los niños nos sorpreden con las preguntas y las ideas que se les ocurren. Mi hija me ha dejado sin palabras más que una vez y como explican en todos los libros: me sorprende con preguntas complejos mientras que estoy conduciendo o guardando algo en el armario o cocinando. ¡Nunca sabes de donde saldrá el próximo disparo!

Pero esto si hay confianza y saben que estás muy abierto a sus preguntas - que todo vale - y como verás en este escrito esto les servirá a equiparles para todos tipos de situaciones inesperadas a las que ellos mismos tendrán que enfrentar algún día.

Las especialistas en adopción Mary Watkins y Susan Fisher dedican la primera parte de su libro "Talking with Young Children about Adoption" (Hablando con los niños jóvenes sobre la adopción) a la teoría y luego en la segunda parte comparten las historias reales de muchas familias y como se han enfrentado a temas difíciles durante los primeros años con sus hijos adoptados.

Hoy comparto la historia de Jeff y Melissa, dos hermanos adoptados. Jeff parece ser de una adopción nacional de Estados Unidos, mientras que Melissa fue adoptada de Corea del Sur.

La primera preocupación con la que se encontró la madre fue el hecho de que los niños no crecieron en su barriga. Dice que le sorprendió el interés y las reacciones de los dos - más que nada porque pensaba que eso vendría luego, cuando eran más mayores. Sin embargo, desde muy pequeñito - los 3 años - el niño intentaba encajar su situación incluso sugiriendo a su madre que había crecido en su barriga. Cuando la madre le explicó que no, que había crecido en la barriga de otra mujer y luego fue adoptado por su madre, se puso cara de preocupado y metió el dedo en la boca. Luego, con cuatro años y medio le preguntó un día a su madre, "¿Porque mi madre de verdad no me quería?"

"¿Que piensas tu?" le preguntó su madre.

"Que no me gustaba." Dijo.

"Que no. Que no fue eso," le dijo. "Tu madre fue muy joven. No estaba casada y no pudo cuidar de un bebé. Quería que tu estabas bien cuidado y que tuvieras una madre y un padre, así que hizo un plan de adopción para ti."

Fue el primer y único día que el niño se hizo pipí encima en la guardería.

La niña en cambio tuvo otra forma de tratar la cuestión de sus orígenes. Decidió que su madre había ido a Corea para parirle. Luego volvió a Estados Unidos para más tarde volver a Corea y adoptar a la niña... así de sencillo.

Otra preocupación de los niños fue la salud de su madre. Como sabían que ella no pudo tener niños quisieron saber que es lo que le pasaba. ¿Era contagioso? Melisa quería saber si ella iba a poder tener niños algún día... He leído varias veces que esto es algo que se tiene que hablar con los niños - por muy difícil que pueda ser.

Dice esta madre que cree que quizás sus hijos han mostrado tanto interés por su adopción porque el padre también es adoptado y así se sienten libres para levantar cualquier tema.

Cuando el niño iba a cumplir seis años sorprendió a su madre pidiéndole el nombre de su madre biológico. La madre se asustó bastante. No quiso decírselo, pero decidió hacerlo porque sabía el daño que había hecho la familia de su marido negándole información sobre sus orígenes. "Gordon" dijo (que fue el apellido), y se sorprendió de nuevo al ver como el niño asimiló la información con total naturalidad y el nombre pasó a ser sólo un detalle más de su historia.

Sin embargo, cuando más tarde el niño preguntó si podría buscar a sus padres biológicos, tanto la madre como el padre eran contundentes - eso tendría que esperar a que fuera mayor de edad. Le explicaron que llegado el momento, ellos mismos le ayudarían a buscarles si quería.

La niña por otro lado tuvo otras preocupaciones. Como era de otra raza estaba muy consciente de "ser diferente" desde muy pequeña. Dice su madre que siempre buscaba muñecas con rasgos asiáticos y que en la guardería se disfrazaba con una peluca rubia a la hora de jugar a la casa. Su mejor amiga fue muy rubia y para la fiesta de Halloween quiso disfrazarse como ella. Sus padres decidieron que no fuera una buena idea.

Para ayudarle a Melissa con el tema de ser diferente los padres decidieron hacer dos cosas. Primero acogieron a dos chicos de Vietnam y parece que fue un éxito. Inspiró en Melissa un interés y ilusión por las culturas de Ásia. Tanto ella como su hermano aprendieron a comer con palillos como sus nuevos hermanos - incluso pidiendo tallarines para el desayuno como ellos.

Luego cuando tenía 7 años le enviaron a un "campamento cultural" para niños de Córea del Sur durante una semana en verano. Dice la madre que le impactó de forma importante y que desde entonces la niña dejaba de intentar esconder sus orígenes. Ahora quería demostrar a todo el mundo lo que era su país de origen. Durante todo el año escolar traía cosas relacionados con su país de origen y relacionados con la adopción para enseñar a los demás niños (en Estados Unidos tenemos la tradición en el colegio de "Show and Tell" - que es "enseñar y contar", donde una vez por semana los niños pueden traer algo que quieren enseñar a toda la clase. Se sienten todos en un círculo y cada uno tiene un minuto para contar a la clase lo que ha traído y porque.)

Sin embargo, no todo fue fácil. Cuando la niña estaba en tercero de primaria estaban estudiando el proceso de hacerse ciudadano de Estados Unidos. La madre sugirió a la niña que enseñaba a la clase algunos de los recuerdos que tenían guardados de su propio proceso de hacerse ciudadana. Le encantó el idea. Sin embargo, unas semanas más tarde mientras la madre iba conduciendo (por supuesto :) la niño dijo, "Mamá, ¿te acuerdas como expliqué a mi clase como me hice ciudadana de Estados Unidos?"

"Si, ¿como te fue?"

"Pues, después de explicárselo, la profesora preguntó si había alguna pregunta y un niño levantó la mano para preguntarme '¿Porque tus padres verdaderos no te querían?'".

"¿Y que le dijiste?", preguntó la madre - con gran dificultad para mantener los ojos pegados a la carretera.

"Pues, primero mi profesora dijo que eso era una pregunta privada. Pero le contesté de todas formas. Dije, 'Pues, la verdad es que creo yo que siempre fui querida. Mis padres que me adoptaron me querían incluso antes de que había nacido".

Y eso - creo yo - es la prueba de lo bueno que es mantener un ambiente muy abierta y de total confianza en casa. Todos nuestros hijos tendrán momentos como estos - es inevitable.

En referencia a aquella respuesta de una niña tan bien equipadísima para enfrentarse a una situación sumamente difícil, dice la madre, "No pude haberlo dicho mejor yo misma."

Pues, pienso yo que ya lo había dicho mil veces y de mil formas. Por eso su niña estaba tan capacitada para llevar una situación que muchos adultos no sabrían manejar.

Es para pensarlo. ¿No?

6 comentarios:

Laura dijo...

Muchas gracias por tu blog, es de mucha ayuda.
Laura.

Anónimo dijo...

Acabo de descubrir tu blog y me parece interesantísimo. Soy madre de un niño etíope y tus artículos tan bien documentados sobre la adopción transracial(de momento solo he leido tres) ya me han dado mucho que pensar y muy buenas pautas a seguir. Yo quiero que mi hijo sea "cosmopolita" y si que he observado que aunque es pequeño, 3 años, ya es consciente de la raza y se acerca a saludar a los negros que ve por la calle y les hace carantoñas. Cuando viajo procuro ir a lugares donde se aprecie esa multiculturalidad, simplemente con ir a Madrid ya se vive.

Gracias por toda la info.

Brenda Padilla Ericksen dijo...

Gracias por todo chicas. Aprecio mucho el "feedback".

También noté que mi hija era muy consciente de su raza con tan solo 3 años - e incluso antes. Es increíble, pero saben mucho más de lo que nosotros podemos imaginar.

Ahora está empezando a quejarse por los comentarios de los niños en el colegio y tenemos que hablarlo y buscar soluciones sin dramatizar, por supuesto. Es normal que los niños tienen curiosidad sobre su situación así que tenemos que buscar la forma de informarles a la vez que protegamos nuestra intimidad.

Suerte con todo - y ¡que sigas visitándome!

Un beso,

Brenda

El Gachupín de Garibaldi dijo...

Hola Brenda,

Por aquello de que aprecias el "feedback", no más comentarte que no escribes al vacío. También mi mamá lee tu blog desde hace meses, y a veces me cuenta lo que piensa sobre lo que escribes y lo que reflexiona y aprende de lo que tú opinas.

Pero no sólo es mi mamá, también hay muchos otros papás y mamás adoptantes que te leen e incluso recomiendan seguir tu blog, véase por ejemplo el comentario que puso una mamá en el foro de adoptiva (es el séptimo comentario, el de Miramos).

Así que ya ves que tienes un montón de seguidores.

Mi mamá y yo te mandamos un beso grande (el mío baboso, el suyo agradecido...).

Brenda Padilla Ericksen dijo...

¡Muchísimas gracias!

He ido a Adoptiva: http://adoptiva.net/

¡Es fantástica!

Y tantísimas gracias por el "feedback". La verdad es que estoy encantada con las estadísticas. Ya tenemos más de 2,500 lectores al mes, pero siempre da muchísima alegría recibir comentarios. Es como un gran premio para mí y me encanta.

Un beso,

Brenda

Anónimo dijo...
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