lunes, 10 de marzo de 2008

¿La Edad Perfecta?

Foto: "Ten el coraje para hablar y la sabiduría para escuchar."

Se dice que ser padre o madre a través de la adopción es igual que serlo a través de la biología sólo que lleva "una capa extra". Y una de los ingrediente que lleva esa capa extra es la comunicación que necesitan nuestros hijos - sobre todo tipo de temas.



Creo que todos los padres adoptivos se preguntan alguna vez sobre "¿cuál es la edad perfecta para revelar ciertos datos o información a sus hijos?



A veces esa información es de lo más sencillo - por ejemplo que el niño fue adoptado - una información que debe de ser presente desde el primer día.



Pero otras veces es una información más o menos fuerte, por ejemplo:



-según la sociedad y el papeleo de la adopción el niño fue "abandonado" (aúnque lo más probable es que para los padres no había otra forma de entregarle a los servicios sociales).



-fue abandonado de verdad y en condiciones de grave riesgo.



-el niño fue concebido a través de una violación o el incesto.



-fue expuesto a drogas y/o alcohol durante el embarazo.



-llegó con signos de abusos físicos y/o sexuales.



-llegó con una falta extrema de cuidados básicos, muy desnutrido, por ejemplo.



-lo más probable es que los padres biológicos eligieron no criarle por razones de género (es mujer) o problemas físicas (que quizás se hayan solucionado).



Toda información de este tipo será difícil de asimilar y puede tener un afecto negativo sobre la identidad de nuestros hijos - esa identidad tan fundamental para todo lo demás en la vida - si no este tratado de forma adecuada.



¿Pero porqué decírselo? ¿Porque hacerle un daño no necesario? ¿Porque no dejarlo y vivir en paz y ya está?



Pues en primer lugar porque esa información les pertenece a ellos y no ha nosotros y en segundo, porque podemos estar seguros de que si algún día quieren conseguirlo, probablemente lo harán de una forma u otra.



Ya he leído suficientes consejos de expertos que nos adviertan de que tenemos que hablar de los temas difíciles con nuestros hijos y de que tenemos que compartir información - por muy difícil que pueda ser. Pero lo que más me ha impresionado son las "historias verdaderas" escritas por personas adoptadas que - al hacerse mayores - descubrieron la verdad de sus vida - a pesar de todos los intentos de sus padres para mantenerlo en secreto.



El grado de decepción que sufren es enorme - a veces devastadora. Los efectos sobre sus relaciones con sus familias pueden también ser negativas. Por supuesto hay excepciones - que me acuerdo un caso en que la mujer aceptó con bastante serenidad el hecho de que no se enteró de la verdad hasta ser adulta. Digo excepciones porque estos son los casos que nos llegan en libros y en Internet. Realmente no tenemos datos fiables aquí - sólo las palabras de los expertos que ven los efectos sobre sus pacientes (que sólo representan a las personas que han ido en busca de ayuda) - y luego lo que nos cuentan los que se atreven a poner su experiencia por escrito.



Noto que algunos de los que cuentan sus experiencias se repiten muchas veces frases que van algo así, "Siempre lo sabía" o "Siempre lo sospechaba" o "Sabía que me estaban escondiendo algo". Es otro argumento de los profesionales - que estas cosas no suelen estar tan bien escondidas como creemos.



Incluso si no hubiera nada escandaloso detrás de la adopción - es importante hablar de esas temas en algún momento porque a través del Internet, nuestros hijos pueden tropezar con todo tipo de información que les va a hacer cuestionar su propia historia. Así que cuanto más abiertos estemos en casa, cuanto más exploración hacemos juntos, mejor.



Pero - ¿Cuando es el mejor momento para empezar?



Ocho años.


Es el consejo de los autores de "Real Parents Real Children" - y coíncide con otras fuentes que he leído. Pero ¡ojo! Nadie está recomendano que una madre le explica sin más a una niña de ocho años que fue encontrada en circunstancias trágicas o que su pasado esconde algo realmente difícil de tragar. Si hay datos así de fuerte, hace falta encontrar a un profesional con experiencia que sabrá como comenzar a revelar los datos y como ayudar al niño a asimilar la información sin "PERSONALIZARLO". Eso parece la clave y parece que a veces puede hacer falta ayuda profesional, alguien con la experiencia y sabiduria para comprender el impacto que puede tener sobre el niño y así amortiguar los efectos (e incluso ayudarle a sacar lo bueno de la situación - que es una persona que ha triunfado desde el principio, por ejemplo, o que es la prueba de que algo maravilloso puede salir de circunstancias difíciles).

Según Holly Van Gulden - que es la autora experta de "Padres Verdaderos" (la otra es periodista), si consultes con un profesional y te aconseja no hablar de estos temas con su hijo - busca otra que no se preocupa con el "si o no" y sólo le importa el "¿como?".


¿Pero porque ocho años?

Ocho años parece pequeño todavía - y lo es. Van Gulden recomienda ocho años basado en el desarrollo de los niños. Hasta los seis años, sus procesos mentales son demasiado inmaduros. Todavía están en la fase de "pensamiento mágico". Pero sobre los seís años, entran en la fase de "pensamiento lógico" y empiezan a aprender a utilizar la razón. Con ocho, ya están en plena fase de desarrollar estas habilidades.

Según Van Gulden - con ocho años, un niño suele estar lo suficientemente maduro como para tratar un tema difícil (adaptado a su edad, por supuesto y con el apoyo suficiente, como antes hemos dicho) y todavía aceptará el apoyo de sus padres. Todavía se siente bastante seguro en el seno de su familia.

Esperar a la adolescencia para hablar puede ser problemático porque esa fase de su desarrollo tiene como tarea principal separarse de los padres para ser un individuo. Puede ser más difícil hablar con ellos. Puede ser más difícil para nuestros hijos aceptar nuestro apoyo emocional. Nos dice Van Gulden que es sencillamente más complicado y más arriesgado.

Durante la adolescencia nuestro hijo está explorando, experimentando con y construyendo su identidad - es decir, intentando saber quién es en los varios ámbitos de su vida: como mujer o hombre, como hijo/a, como estudiante o trabajador, como ciudadano, como persona de orígen asiático/gitano/africano/americano, como amante, etcétera, etcétera.

Todavía ocho años me parece muy pequeño y creo que tenemos que pensar esto mucho. Queremos tratar todo con naturalidad, pero hay algunas cosas que simplemente no me parecen muy naturales.

Soy de los que creen que el pasado de mi hija le pertenece y que elle merece toda la sinceridad y claridad posible acerca de ello. Pero también hay que respetar su desarrollo y su personalidad a la hora de revelar datos. Hay que observar como reacciona ante un trocito de información antes de ofrecer más.

Para los niños que no preguntan, Van Gulden recomienda una técnica sútil que consiste en hacer con toda naturalidad un comentario sencillo - sin esperar respuesta - que podría sugerir algún tema relacionado con el pasado, los orígenes o la familia biológica. Esto demuestra que estás abierto para hablar. Luego déjalo y lo más probable es que más adelante el niño hará alguna pregunta al respecto. Sin no, sigues dejando comentarios de vez en cuando hasta conseguir resultados...

Luego, Van Gulden nos advierte que una vez revelado algún dato difícil, lo más probable es que el niño sufrirá dolor - llorará - y puede que durante un tiempo tenemos la sensación de que nuestra relación con el niño ha sufrido un golpe. Sin embargo, la relación se recuperará y estaremos más unidos que antes. Es decir, es un proceso positivo - por eso lo recomiendan.

Parece que a lo largo, ser abiertos nos lleva a una complicidad muy especial. La sinceridad nos unirá.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola:
Me ha resultado curioso, el dato de la edad para revelarle información. Cierto es que nuestros hijos, vienen muy resueltos en unas cosas y muy "infantiles" en otras.
Yo siempre había pensado en darle toda la información posible. No es que tengamos mucha. Pero siempre cuando la niña nos la reclamase.
Hace un año ya nos preguntó, en la tripa de que mamá había estado ella. La respuesta que le dimos, le resulto válida. Ahora espero la misma pregunta, pero con más dificultad. Entiendo que quiera saber más. Repito, no muchos tenemos datos sobre las causas del abondono.
Siempre es bueno saber que puede ser, una mejor opción el adelantarte para que el tiempo de madurar sea el más adecuado.
Desde luego en la adolescencia, ¡la preguntita será de éxamen para cátedra!
Gracias por tus estudios, sirven para meditar muchas cosas y valorarlas.
CARMEN

Brenda Padilla Ericksen dijo...

Si, esto de la tripita es lo primero que viene. Y es gracioso la cantidad de veces que pueden hacer la misma pregunta, pero eso es propio de las edades tempranas.

Tampoco tengo mucha información para ofrecer a mi hija. Pero hay temas, por ejemplo, el hecho de que lo más probable es que no esta con su familia de origen por el simple hecho de ser niña, que me ha hecho preguntarme a mi misma - ¿cuando será el momento de abordar ese tema?

Mi hija es una personita inteligente y sé que no le va a ir desapercebido el hecho de que casi todas las adopciones chinas son de niñas. Aunque no pregunte, tendrémos que hablarlo porque lo va a pensar, y no quiero que en ningún momento repercute de forma negativa en la forma en que se ve. Tiene que entender muy bien que no tiene nada que ver con ella como persona, que no fue nada personal.

Pienso que en cada adopcion hay temas así - igual no se nos ocurren fácilmente, pero están allí y mejor descubrirlos antes de nuestros hijos para poder pensarlos antes de tener que hablarlos...

Gracias por el comentario, Carmen.

Brenda

Anónimo dijo...

Hola:
No creo que se pueda decir exactamente en qué edad comentar ciertos temas.
Cada niño es un mundo y la labor de los papás es observar, con paciencia y atención su evolución, sus curiosidades, sus deseos de conocer o de estar tranquilos. Y personalizar, personalizar y personalizar.
¿Los 8 años para quién valen?
Para las niñas o para los niños¿?
Por que es evidente que hay diferencias evolutivas entre sexos.
Es verdad que con 8 años empiezan a notarse actitudes más concientes, pero con cada una de mis hijas el ritmo de expresar temas será diferente.
Y no os lo perdáis, con la niña que siempre ha utilizado aparentemente la lógica para interpretar el mundo que la rodea, tengo que ser más atento, por que el efecto de ciertos temas es más importante.
Mientras con mi niña que sigue viviendo en un mundo mágico, las revelaciones negativas son menos graves, por que tiene una mayor capacidad de reinterpretar positivamente las cosas...
en fin, reflexiones... que nunca tendrán una respuesta clara.
No hay que esperar el descubrimiento de una norma válida para todos los casos. La única norma es que no hay normas :-)
Me repito una y otra vez que somos personas y no colectivo.
Qué quién nos quiere a todas costas y por cualquier tema meter en el mismo saco, lo hace casi siempre con la finalidad de vendernos algo o estigmatizarnos.
Un poco de culpa, en el fondo, la tenemos también nosotros.
Reivindico que nuestras hijas e hijos son individuos, con su propia personalidad mucho antes de ser "adoptados".
Todo el mundo ha tenido en su vida e historia familiar temas que se han aclarado tarde y no siempre correctamente, errare es humano.
Y no por esto ha sido condenado a la infelicidad permanente, ni mucho menos.
Con la premisa que la adopción tiene que ser tan clara cómo que vivimos respirando aire, y miramos a través de los ojos, todos los detalles de la vida de cada uno tienen que estar a disposición. La carpeta de su historia no tiene que estar en un cajón escondido, si no en la estantería más a mano.
Está allí, les contamos cosas, y les seguimos en el camino del descubrimiento, respetando sus ritmos y sus necesidades de vivir serenos.
Habrá niños/chicos, adultos que necesitarán saberlo todo ya, otros que necesitarán hasta no entrar nunca en demasiados detalles, otros que inventerán detalles de su vida en base a información de otras personas, algunos preguntarán, otros esperarán a qué tu adelantes los temas.
Ser buenos padres es cometer cuantos menos errores sea posible, no cometer errores es cosa de otros planetas, si es que existen :-)
Cuando alguien me vende la moto de que sabe cómo hacerlo sin conocer a fondo quién es la persona que tiene que apoyar... pues dudo mucho de la profesionalidad o el título que cuelga de su despacho.
Gracias Brenda una vez más por dar pie a pensar :-)

Brenda Padilla Ericksen dijo...

Como siempre, Roberto, das mucho para pensar - mucho.

¡Gracias!

Estoy de acuerdo con que cada niño es un mundo y que, como padres, no podemos fiarnos de fórmulas. Pero, lo de los "ocho años" me parece interesante para contemplar por varias razones.

Primero, desde una perspectiva personal, yo crecí en un mundo en el que nunca era lo "suficientemente mayor" como para recibir una respuesta. Siempre era todavía demasiado pequeña o joven... Creo que es el error más grande que puedan cometer los padres.

Segundo, me da la impresión de que por mucho que hablemos hoy en día de como debemos "hablar con los hijos", todavía hay una tendencia a la sobreprotección en cuanto a los temas que los padres quieren abordar... el niño siempre es "pequeño todavía".

Tercero, pensar en lo que un niño de ocho años podría ser capaz de comprender me parece muy interesante porque creo que muchos padres hoy en día van a "perder el barco" (una expresión americana, supongo) esperando para hablar con sus hijos para cuando sean adolescentes - sólo para encontrarse entonces con personas que ya no están abiertas a las explicaciones de sus padres... pero otra vez, depende del carácter del niño también.

Para decir la verdad, después de colgar este escrito en el blog, he estado esperando la reacción de los padres - porque pienso que sugerir que le puedes decir a un niño de ocho años que fue abandonado en condiciones deplorables o que su padre violó a su madre, por ejemplo, es realmente chocante - incluso para mí, que soy una madre super abierta (igual demasiado - no lo sé). Pero pienso que vale la pena discutir ideas así y ponernos a pensar muy bien sobre cuando y como debemos de abordar los temas más difíciles.

Sigo pensando que es imprescindible que seamos los padres - y no la sociedad o el Internet - que iniciemos a nuestros hijos en los temas más complicados de la vida. Hoy en día, todo está a su alcance en Internet...

Sin embargo - y tengo que reconocerlo, Roberto - igual caigo en la trampa de pensar que todos los niños van a tener el mismo carácter que tengo yo, con la misma sed de conocerlo todo. Cada persona es un universo y lo más importante es ser atento a las necesidades de cada hijo - por supuesto no presionándoles si no quieren saber más... Al final de todo, su historia es suya.

Gracias de nuevo, Roberto, por abrir otros ramos para discutir.

Brenda

Anónimo dijo...

Hola Brenda
Soy una lectora asidua de tu blog que me encanta. Mi hija, nacida en China cumplio en enero los 8 años pero creo que no me queda ya mucho por explicarle. A los tres me pregunto si habia salido de mi barriga ( ella hacia tiempo que se habia dado cuenta de que era diferente )y cuando le conteste que no vino la siguiente pregunta: “ ¿Y entonces de donde he salido yo? “. Respondi “ De la barriga de una señora que es china como tu” Y vino la tercera pregunta si casi darme tiempo a respirar:”¿ Y porque no se quedo conmigo? “ Le conteste como buenamente pude que esa señora que es su madre biologica seguramente no podia ocuparse de ella porque en China son tantos que a veces la gente es muy pobre y que debio pensar que era lo mejor para ella. Desde ese dia ha habido mas preguntas “ Mama,¿ porque todas somos niñas?” Me preguntoa los cuatro en una fiesta de la ECAI, y tuve que explicar la politica del hijo único y la tradición China en la que es el hijo el que cuida de los padres. Todo esto explicado con el máximo cuidado de no herir a nadie y mirando de no culpabilizar a nadie sino solo a las circunstancias. El año pasado mi hija coincidió en su clase con otra niña adoptada procedente de otro pais y me explico que su compañera no aceptaba bien su adopción porque al ser fisicamente igual a sus padres no se habia dado cuenta de que era adoptada . La profesora, después de pedirme permiso, hizo un trabajo con ellas dos para explicar a toda la clase que era la adopción. Reconozco que quiza fue algo difícil para ella ( antes le pedi permiso, es su historia y creo que es ella quien ha de decidir si quiere compartirla) Hubo algun momento complicado cuando sus compañeros de clase, con los que esta des de los tres años le preguntaron porque su madre la habia abandonado. Mi hija la defendió diciendo que la hubieran matado si se queda con ella. La maestra me lo explico y me dijo que porque le explicaba esas cosas a la niña. Yo le conteste que yo nunca le habia dicho eso pero que se habia sentido acorralada y por eso inventó la excusa. La experiencia al final fue bien, entre toda la clase le hicieron pintaron un cuento explicando como la habiamos ido a buscar. Supongo que conforme crezca, preguntará más . Yo me limito a contestar y compartir todos los datos que tengo. Eso si, con voz suave, abrazandola. Creo que lo lleva bien. No se si mi historia os servirá de algo pero como te decia para mi a los ocho años, me queda poco por explicar.
Un saludo
Rosa

Brenda Padilla Ericksen dijo...

Rosa,

Tu historia sirve para mucho - pero mucho. Gracias por compartirlo.

Es increíble todo lo que preguntan - y tan pequeñas. Pienso que si hasta el momento ha preguntado tanto - es posible que te quede más de lo que puedas imaginar. Más que nada porque nos dicen (los "expertos") que en cada etapa de desarrollo, el niño vuelve a tratar estas cosas en más profundidad.

He visto esto en mi sobrino (en E.E.U.U.) que perdió a su madre hace 3 años. Puedes explicarle todo, pero luego llega a otra etapa y es como tiene que volver a "procesar" la información de nuevo desde otra perspectiva. Vuelve a experimentar las emociones - pero con más (o distinto) intensidad. Parece que esto es muy normal en niños que han experimentado un cambio importante en su vida - la pérdida de padre/madre, el divorcio de los padres, una adopción que les ha cambiado el curso natural de su vida etc. etc.

Tu actitud tan abierta es una ventaja para tu niña, esto es seguro. Se nota que ella se siente totalmente segura contigo, sabiendo que puede plantear cualquier tema y recibirá una respuesta con cariño. Creo que lo peor que estoy viendo (a través de libros e Internet)es que hay muchas personas adoptadas que no han podido expresarse con sus padres, han tenido que meter todo para dentro para no hacerles daño a sus padres - es una pena porque crea un especie de muro entre padres e hijos, creo yo.

Gracias otra vez por compartir tus experiencias. Y ¡gracias por colaborar con este blog!

Brenda

Anónimo dijo...

Pues sí Brenda, grave error el de contestar a una petición de aclarar un tema con un "eres demasiado pequeña para eso".
Si está preguntando es que ya ha llegado el momento de tratar el tema.
Lo que es complicado es el cómo :-)
Normalmente prefiero correr el riesgo de que no llegue a entender todo, que obviar a explicar lo esencial.
Y no hay sólo palabras para explicar las cosas.
Nuestro cuerpo habla: las manos, las miradas, el tono de la voz, los abrazos y los besos, los silencios ...
Las cosas que haces juntos. Por supuesto la serenidad de saber que puedes hablar de todo.

saludos
Roberto

Brenda Padilla Ericksen dijo...

Roberto,

Una descripción perfecta de lo que tiene que ser la comunicación ideal.

¡Gracias!

Brenda