jueves, 4 de septiembre de 2008

Deberes Culturales

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Ser familia cosmopolita me parece ideal (ver Identidad Étnica ) pero no me exime de la responsabilidad de darle a mi hija conocimientos sobre su cultura de orígen.


Me parece un deber y un privelegio - pero también una tarea abrumadora.


Mi hija nació en China. Quizás la tuya es de Rusia o Chile o Etiopía. ¿Qué sabemos de estos países? ¿Exactemente qué aspectos de sus culturas tendríamos que transmitir a nuestros hijos?


Hace poco encontré en Internet el trabajo de un estudiante de sociología que había hecho encuestas a varias familias de E.E.U.U. con hijos adoptados en China. Hablaron de su participación en los actos culturales de sus asociaciones de familias - y una y otra vez destacaron lo que vieron como la "falta de autenticidad" de sus actividades y esfuerzos para transmitir la cultura China. Tenía yo la sensación de que se sintieron un poco decepcionados consigo mismos, como si no estuvieran dando la talla para sus hijos...


Y allí tenemos quizás el mayor obstáculo para nosotros: la idea de que somos incapaces de transmitir esa cultura en todo su "autenticidad" o por lo menos de una forma "adecuada".


Me gustaría compartir mi propia experiencia y luego sugerir algunos objetivos claros que me parecen prácticos y (muy importante) alcanzables para nosotros.


Mi propia familia se considera bi-cultural porque mi padre vino de una familia Escandinava. Su padre dejó Noruega con 17 años para ir a EEUU. Allí conoció a mi abuela, de una familia recién inmigrada de Suecia, y así no logró volver a su querida Noruega...


En mi entorno, predominaba la influencia de Noruega e incluso mi madre - que no tenía ni una gota de sangre escandinava - se enamoró de la cultura y se abrió a cualquier influencia de ese país. Estaba desde pequeña rodeada por la típica pintura decorativa Noruega, comíamos como unos buenos Noruegos (patatas y carne todos los días), venían tios abuelos y primos de Noruega para llenar la casa con su lengua y me acuerdo bien de mis esfuerzos para comunicarme con ellos y aprender a escribir y leer también (no llegué muy lejos).


¿Fueron auténticas estas muestras de cultura? Hasta cierto punto sí - sobre todo en la casa de mis abuelos y la de mi tía (que se casó con un "auténtico" Noruego) - pero realmente eran una mezcla de lo Noruego y lo Americano. Escogimos sólo lo que nos convenía - ¡sobre todo los dulces! Era como Noruega en versión "aguada" y un poco estereotipificada, pero bonita.


Cuando tenía 24 años fuí a Noruega para hacer cursos de verano en la Universidad de Oslo. Fue una experiencia reveledora - llena de sorpresas y de confusiones. Por un lado sentí que todo era algo familiar, los colores, sabores, la sencillez de las casas, las caras de las personas. Pero por otro lado estuve totalmente perdida - sobre todo a la hora de comprender a los "auténticos" Noruegos que no tienen fama de "exteriorizar" sus emociones...


En mi experiencia, una niñez llena de exploraciones culturales - por muy básicas y superficiales que fueron me ha servido primero para cultivar el orgullo por mis raíces. Aquí en España, por ejemplo, siempre tendré "cara de extranjera", pero sé de donde viene esa cara, comprendo lo que significa y me gusta.


Lo gracioso es que después de una vida "empapada" en lo escandinavo, mi viaje a Noruega sólo sirvió para confirmar mi amor por España - para el asombro de algunos de mis parientes Noruegos...


Aprecio mi infancia escandinava-americana, pero la verdad es que me hubiera venido mejor unos cursos de Español desde pequeñita para que hoy en día no tuviera que luchar con el maldito acento americano que tengo :) ¿Pero cómo podrían mis padres haberlo sabido? El curso de mi vida ha sido tal que no podrían haberlo imaginado ni en sus sueños.


Hoy tengo mi propia familia multicultural. En mi opinión personal, he logrado integrar mis raices de EEUU con éxito. Pero ¿Es "auténtica" la cultura americana que transmito a mis hijas? Buena pregunta.


Aquí estoy, una auténtica norteamericana viviendo en España y he logrado que para vosotros "los españoles" mis hijas parezcan bastante americanas, mientras que para mis amigos y familiares en E.E.U.U. parecen bastante españolas. Es que son una mezcla total - como las mismas recetas tan típicas de Estados Unidos que hago aqui - SIEMPRE con un buen aceite de oliva (da igual que sea para freir las hamburguesas o para hacer mis famosas "brownies" de chocolate). No son totalmente ni de aquí ni de allí.


A ver, si yo, que soy nativa de esta cultura americana y que quiero transmitir a mi familia no soy capaz de hacerlo de una forma "pura" y "auténtica" mientras vivo aquí en España, entonces - ¿cómo podría yo, que no soy China - o tú que no eres de Etiopía - transmitir algo remotamente parecido a lo que realmente ocurre en esos países?


La verdad es que no podemos. Y tampoco lo vamos a conseguir a través de cursos, campamentos o festivales. Todo estará tocado por la cultura en la que vivimos.


Pero ¿Qué importancia tiene eso?


Pues, en mi opinión, no tiene mucha importancia. Porque la transmisión de cultura que queremos hacer nosotros no consiste en llegar a un especie de "auténtico 100%", una reproducción de lo que hace, come, se viste y piensa la "gente de allí".


Nuestro deber, como padres adoptivos, creo yo, es asegurar que nuestros hijos no sean unos "analfabetos" en cuanto a su cultura de origen. Que tengan conocimientos básicos - pero sobre todo agradables, interesantes, fascinantes, (¿qué os parece "sabrosos"?) y también reales que les permitan comunicar con algo de autoridad sobre su lugar de origen.


He leído los lamentos de adultos adoptados de Corea del Sur que han vuelto a su país sólo para sentirse como extranjeros. Comprendo que se sienten decepcionados. Pero sus historias no me inspiran un complejo de culpabilidad al reconocer que no estoy preparando a mi hija para un eventual "re-inserción" en su cultura de orígen. Me encantaría que pudiera volver a China algún día para estudiar o trabajar - si ella quisiera - y así explorar sus raices.


Pero la verdad (y no sé si esos adultos de Corea eran conscientes de ella) es que nuestros hijos están creciendo en otra sociedad y nosotros - los padres - tenemos que evaluar los pros y los contras de los sacrificios que suponen cualquier "Plan de Formación" para nuestros hijos. Y darles una formación cultural "auténtica" supondría grandes esfuerzos y sacrificios por su parte.


Sólo tengo que recordar el día que decidí que iba a comenzar un cursillo de Historia de los Estados Unidos" (impartido por la venerable Yo Misma :) para mis dos hijas mayores. ¡Por favor! Duró dos días. Y esto que fue bastante divertida. Pero es que tenemos una vida llena de compromisos y he decidido que nuestro contacto con nuestros raices tiene que ser más flexible y natural...


Volviendo a los objetivos y buscando unos que sean prácticos y alcanzables para todo el mundo - sobre todo cuando se trata de familiarizar a nuestros niños con una cultura que no conocemos muy bien, estos son algunos ideas mías:


*Centrarse en lo básico


No te pongas la barra tan alta que al final no hagas nada o el niño acabe quemado con los intentos de asimilar tanta información y conocer sus orígenes de una forma tan "auténtica". Es suficiente ir conociendo la cultura poquito a poco de una forma entretenido y agradable, adecuado a su edad. Lo que queremos, creo yo, es construir una base desde la cual el niño puede despegar un día y profundizar de la manera que cree conveniente.


*Explorar juntos


Cuando nos sentimos responsables para transmitir algo que no conocemos, acabamos paralizados. Mejor verlo como una aventura en la que todos participan en el proceso de buscar información y así aprender juntos. Por ejemplo, ir a una librería infantil o juvenil con el objetivo de buscar juntos libros sobre el país de orígen para luego leerlos juntos. También se puede bucear juntos en internet, buscando fotos y videos promocionales del país de orígen - esto da mucho que hablar. Y la comida siempre es una aventura. En algunas ciudades de España se puede encontrar supermercados Chinos, Indios y de otros países...


*Pasarlo bien


Si vemos el "deber" de explorar la cultura de orígen como una carga o una asignatura pendiente, al final no vamos a llegar a ninguna parte. Los niños detectan nuestros niveles de entusiasmo, por eso tenemos que buscar actividades agradables para todos (incluido nosotros los padres). Si no te interesa la historia, empieza con un festival. Luego verás como a todos os vaís a interesar el aspecto de la historia que tiene que ver con el festival. Si nos os parecen interesantes los libros de la librería, fabricar un libro propio o buscar una pelicula o un documental. Lo importante es que sea realmente interesante.


*Viajar para conocer más


Si no puede ser al país de orígen, averigua si hay alguna celebración internacional en tu capital de provincia. En grandes ciudades como Madrid y Barcelona hay multiples oportunidades para tener un contacto más directo de varias culturas de orígen - supermercados y otras tiendas Chinos, Indios, Latinoamericanos, Africanos... festivales, asociaciones, actividades culturales. Viajando incluso a otro punto de España para contactar con la cultura de orígen puede ser muy impactante para un niño. Demuestra un interés y una ilusión que le va a ilusionar y contagiar...


*Interesarse por personas del país de orígen


Somos adultos con vidas ya hechas. Lo que es más, hacernos padres hace que automáticamente ampliamos nuestro "red social" y puede que no cabe más amigos en la lista. Pero simplemente interesarnos por personas del país de orígen de nuestos hijos es un paso importante, creo yo. Que te vea iniciar una conversación agradable con la gerente del restaurante Indio, preguntar a la chica de Ukranía sobre la política de su país, saludar con una sonrisa al vendedor Africano en la playa y preguntarle de dónde viene. Creo que simplemente mostrarte abierto tiene un impacto positivo e importante. "Eh, ella es (o podría ser) de tu país (o del país donde tu naciste). Me gustaría saber que le parece la vida aquí en España. Tiene que ser muy diferente..."


*Decorar con objetos y arte de su país


Creo que es positivo estar rodeado por bellas muestras de tus raices.


*Buscar juguetes y juegos del país de orígen


Muñecas con los mismos rasgos de nuestros hijos son importantes, también se puede adquerir sencillos instrumentos musicales y replicar los juegos tradicionales a través de información que se encuentra en internet o libros (un buen libro de juegos puede incluir juegos tradicionales del mundo entero).


*Que suene la música


Es una forma fantástica de entrar en la cultura.


Seguro que hay muchísimas más formas de fomentar el amor de una segunda cultura dentro de nuestras familias. Creo que lo más importante es disfrutar del camino y no obsesionarnos con el distino final.


¡Bon Voyage!

8 comentarios:

José Luis dijo...

"...lo más importante es disfrutar del camino y no obsesionarnos con el destino final..."
Estoy de acuerdo contigo Brenda. Nuestra relación con la cultura de origen de nuestras hijas debe ser de aprecio y disfrute. Debemos tener una actitud favorable y positiva y la clave, según creo, está no tanto en la cantidad y autenticidad de la cultura de origen que pretendemos transmitir como en el acercamiento cariñoso y sincero a ésta.
Creo que es lo correcto y tu experiencia personal (gracias por compartirla) así parece demostrarlo.
Excelente "post"
Saludos

Brenda Padilla Ericksen dijo...

¡Muchas gracias!

Y como siempre - los que buscan ayuda con sus "deberes culturales" sobre China lo encontrarán en www.pasionporchina.blogspot.com.

Brenda

Sonia dijo...

Hola Brenda, como me encanta leerte, tu visión junto con tu propia experiencia, es justo lo que me ronda a mi por la cabeza de como transmitir la cultura etíope a mi hijo. Es importante que los padres adoptivos o familias bi-culturales tengan esa ilusión por no perder esas raíces, y que surja natural. Es triste ver a padres adoptivos, renegar de donde vienen sus hijos, argumentando que como van a vivir de aquí, son de aquí y se acabó.
Creo que fue en el post anterior donde comentabas la familia cosmopolita, desde luego seria lo perfecto, no solo conocer la cultura de tus hijos, sino un poco de todas.
No dejes de escribir, gracias.
Un saludo,
Sonia

Anónimo dijo...

Es la primera vez que entro en tu blog y este post me ha gustado muchísimos. Muchas gracias. Estoy adoptando en China y pronto ( creo) seremos papás. Siempre he pensado que nuestr@ hij@ no tiene que renunciar a su lugar de origen. Para mí lo más importante es transmitirle que venir de un lugar ó de otro es importante pero lo más importante es lo que él es. Espero saber transmitirselo.
Un saludo,
Ariadna

Brenda Padilla Ericksen dijo...

Hola Chicas,

¡Gracias por los comentarios! Esto es lo que me anima a seguir...

Me encanta saber lo que piensan los demás.

Un abrazo,

Brenda

CUATRO SOLES dijo...

El tema de tu post es algo que me pregunto, mis hijos vendrán de Etiopía, mi marido y yo somos argentinos y como tenemos ciudadanía italiana mis peques serán italianos y vivimos en España .
Creo que la cultura que soy capaz de transmitir es la argentina que a la vez es una mezcla de muchas otras, pero mis hijos nacieron en Etiopía y vivirán en España . España les entrará por los poros y aunque tendrán un matiz argentino en casa vivirán sus costumbres, aunque no creo que como propias por ser hijos de inmigrantes.
Entonces ... como identificarse con Etiopía ?
Lo que si se es que transmitiré con mi propia vida el orgullo por la tierra que nos vio nacer.
Soy argentina y aún queriendo a España , yo "soy argentina" y me gusta serlo.
Por un lado quizás es una ventaja ser hijos de inmigrantes , porque compartiremos el tema de haber nacido en otro pais diferente al que vivimos. La alegría de querer un país al que llegamos por diferentes razones y en el que somos felices y el orgullo de tener un origen en una tierra lejana.
Quizas podamos ir investigando mutuamente nuestras culturas . Por ejemplo , hace poco , me mandaron de Argentina un cd de musica folclorica argentina para niños, cada canción tiene diferentes ritmos de nuestro folclore y buscaremos uno parecid cuando viajemos a Etiopía. Creceremos en el intercambio , investigaremos costumbres, tradiciones, origenes y algún día viajaremos a mi pais y volveremos juntos a Etiopía.
Me encanta tu blog , me enseña mucho y siempre me hace reflexionar.
gracias
un beso
SILVANA

Brenda Padilla Ericksen dijo...

Silvana,

Tu comentario enriquece el blog. ¡Muchas gracias!

Que mezcla más interesante tenéis.

Te deseo mucha suerte y espero que sigues visitando el blog.


Un abrazo,

Brenda

Anónimo dijo...

Hola Brenda,
conocí tu blog gracias a un comentario en un grupo sobre adopción en Vietnam. Agradecí muchísimo que lo dieran a conocer porque me parece que trata temas fundamentales y desde una visión documentada, precisa, y didáctica.
Me permití el lujo de enlazarte en mi blog, y te visito con frecuencia. Tanto a nivel personal (por haber empezado el camino para convertirme en una familia intercultural), como profesional, los temas sobre identidad y etnicidad me apasionan y creo que los tratas de una manera rigurosa y muy amena. Muchas gracias por escribir.
Un saludo